Confía en mi

3

(Una semana y medía después)

Karen había llamado como hace una hora invitándonos a comer, había venido un hermano no de si de ella o de Manuel y harían una gran comida entre todos por lo que estábamos invitados.

Al llegar me encontré con dos gemelos que corrían sin parar de un lado del jardín al otro, al verme pararon y corrieron hacia mi.

—¿Quién eres? —preguntaron al unísono, haciéndome dudar de si eran dos personas diferentes o la misma, toqué mi cabeza tratando de comprobar.

—¡Es Brooke idiota! —dijo uno de ellos.

—¿La amiga de Jacob? —preguntó el otro.

—Si la misma —contestó otra voz detrás de ellos.

—Hola Jacob —dije acercándome para besar su mejilla, me sonrió en respuesta.

—Yo soy Kevin —dijo el primer gemelo.

—Y yo Christian —dijo el otro.

—No tienen nada diferente, trata de distinguirlos por las remeras, eso hago yo —susurró Jacob en mi oído.

—Tienes que llamar a Mía —dijo el que creo que es Christian.

—¿Quien es Mía? —pregunté.

—Una amiga de la infancia —dijo, creo que, Christian. Asentí en respuesta.

Llamaron a Mía durante toda la tarde hasta que ella contestó, vino a la casa en menos de cinco minutos, ya estaba abrazando a los gemelos, y temía el momento en el que se acercara a Jacob, él parecía no conocerla, pero no voy a negar el hecho de cómo la miraba, no sé si nunca había visto a una chica o si le parecía demasiado hermosa.
En el momento en el que llegó a mi lado para saludarme, me hizo sentir mal, dudé de mi aspecto y de sentirme linda en menos de dos segundos. Era tan alegre, con tanta confianza, no tenía vergüenza de hacer ni de decir nada.
Ya vi lo que le llamó tanto la atención a Jacob, su belleza y su personalidad era todo lo que el necesitaba. No dejó de mirarla en ningún momento, no dejó de hablarle, dejó de tomarme en cuenta.
Si, estaba un poco, un poquito celosa, siempre había sido la única en la vida de él, pero ese sentimiento se esfumó en el momento en el que los gemelos comenzaron a hablar, sin cansarse de decir idioteces.

Había perdido de vista a todos los demás, excepto a Jacob y a Mía, que se paseaban de un lado al otro junto, de vez en cuando, frente a nosotros sin siquiera mirarnos.

No podía dejar de reír, los gemelos se peleaban cada dos segundos solo porque uno tenía unos ojos más lindo y el otro contradecía, yo tenía que desempatar todo, absolutamente todo. Kevin estaba diciendo que era la chica más linda que había visto desde que volvió a Canadá, y yo reía sin parar, Christian para contradecir y ganarle, se había puesto de rodillas en frente mio, mientras me decía que si quería ir al parque mañana en la tarde, Kevin lo golpeó.

—No te das cuenta de que si vas yo también voy —dijo volviendo a golpearlo.

—¡Basta! —gritó Chris, sonando como chica.

—Tu voz sonó como la de una chica en apuros —comente riendo.

—La chica más linda —dijo guiñandome un ojo. Reí mucho más.

—No coqueteen con ella, está fuera —dijo Jacob llegando a mi lado.

—Lo siento, primito, pero ya tenemos una cita mañana por la tarde —dijo remarcando la palabra "primito".

Me miró esperando una respuesta. Kevin contestó por mi.

—Y con "nosotros" se refiere a los tres —contestó abrazando a su hermano.

—No.

Los gemelos y yo lo miramos confundidos.

—Ya lo dije —volvió a decir por segunda vez, al vernos confundidos— Con cualquier chica menos con Brooke, ella no, nunca.

—¿Y por qué tú si puedes salir con Mía? —dije sin pensarlo antes.

Kevin y Chris soltaron un "oh oh"

—¿Que? Tú... no puedes estar diciendo esto, estamos comparando a Mía con estas dos bestias —me reprendió Jacob.

Abrí los ojos, sin poder creerlo, Jacob nunca defendía a nadie, nunca se preocupaba por las otra personas, nunca discutía con nadie.

—Los prefiero a ellos.

—No, no lo haces —dijo negando y volviendo su vista al piso.

—Si, si lo hago.

Los gemelos no dejaban de mirarnos, Kevin rompió el silencio golpeando a Christian, parece que ellos ante toda situación hacen eso.

Jacob me miró durante todo lo que quedaba del día, nunca habíamos estado en desacuerdo, y esto solo era causa de mis celos, nada más que eso.
Por estar enamorada de una persona que no me mira de esa manera, de estar enamorada de alguien que no quiere ser amado.