-Te pido perdón y espero que, aunque no me quieras a tu lado escuches mis palabras- me coge las manos entre las de él y las besa- Nunca he sentido esto ni con Marie ni con ninguna otra chica y aunque no confíes en mi debes saber que hice de todo para traerte aquí con nosotros, te amo.
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Han pasado cuatro horas, son las 6 de la tarde y él nunca volvió con mi dulce, estoy meditando muy bien sus palabras y si siempre me quiso y si los idiotas y mi familia siempre me quisieron.
Olvidando todo eso tengo que comenzar de nuevo, nueva casa, nuevo trabajo, eso haré cuando me den de alta me iré a un piso barato y conseguiré un trabajo en otro taller o incluso en otro tipo de empleo, pero, aunque él no me haya dicho adiós esto es un adiós o incluso hasta nunca.
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UN MES DESPUÉS.
Aquí estoy yendo a un taller de carros que queda a 15 minutos de mi casa, bueno es una casa que comparto con un chico y su hija, bueno mejor dicho Santiago y Valeri de 5 años, una ex novia de él muy amada murió y él se encarga de ella, aunque en parte parecemos recién casados; yo cuido de ella como si fuera de mi familia, y ahora vamos en su carro para que dejemos a la niña y luego a mi y por último él que sigue siendo dueño de la pista de motocross.
Cuando bajamos a la niña me doy cuenta de que alguien conocido también está dejando a un pequeño niño, y para mi sorpresa aparece una linda chica que se agarra del brazo de Set y cuando ella se da cuenta dónde está viendo se dirige hacia mi.
-Hola, tú debes ser Jen- me mira sonriendo y estira la mano- Yo soy Silvia, la nieta de Irma.
Cuando me dice esto reacciono es la nieta de la que Irma estaba tan orgullosa, pero si es muy bonita debe tener 16 años y yo aquí ya me están haciendo daño los años ya no me siento tan joven dentro de unos días cumpliré 21 y no creo que pueda con los besos de Valeri. Cuando está a punto de despedirse Valeri, salta a mis brazos y le doy un beso en la mejilla y corre a brazos de su padre y hace lo mismo.
Set y Silvia se despiden de beso en la mejilla y para mi es muy incomodo ese momento así que me acerco a Santiago y le jalo la manga de la chaqueta en una muda petición.
-¿Ya se tienen que ir? Recuerdo que aun te debía algo dulce mi niña.
-Yo me tengo que ir ya, si quieres puedes llevar a Jen a dar un paseo- se despide de mi de beso y de Set de apretón de manos.
Nos montamos en su carro y ninguno dice nada hasta que aparcamos en una cafetería y me deja la puerta abierta para que entre, mientras me siento puedo detallar el lugar es una cafetería linda y elegante, que pague él.
-Así que estás viviendo con Santiago- más que una pregunta era una afirmación.
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2000 METROS HASTA LA META. (TERMINADA)
RomanceUna chica que ama las motos que vive disfrutando la vida, conocerá al chico de sus sueños. ¿O al menos eso espera ella? ¿Será que el motociclista tiene otros planes?