0.3

100 12 0
                                    

Quería que Zayn se marchara para olvidar lo que había ocurrido entre los dos, aunque sabía que sería difícil borrar de su memoria los recodos de una sumisión que la había tomado por sorpresa.

Fingía indiferencia, para mirarlo a los ojos como si nada hubiese pasado. Era un experto ocultando sus sentimientos, lo había hecho en su adolescencia cuando repetía que no le importaba que lo hubiesen abandonado, cuando aún no aceptaba el hecho de que su madre lo hubiese rechazado y esa verdad seguía lastimando su corazón.

—Tienes una semana para abandonar este departamento —manifestó Zayn, sentándose al frente de Liam—. Es el tiempo suficiente para que encuentres otro lugar donde vivir o... a otro que te mantenga mientras tengas éxito modelando.

—No soy uno de tus prostitutos a la que puedes insultar a tu antojo ¡Vete! —exclamó, poniéndose en pie—. Este departamento es de Andy y no creo...

—Estás equivocado —lo interrumpió Zayn, feliz de apuntarse otra victoria—. Este departamento, incluyendo la cama donde tenías sexo con mi amigo, me pertenece.

No tenía caso replicar, algo le decía que era cierto. Cuando Andy le ofreció un lugar donde vivir no preguntó si el departamento era suyo.

Aunque debió sacarlo de su error, le habría ahorrado la vergüenza de que Zayn lo corriera de forma tan humillante.

—Me iré de tu departamento —afirmó con aspereza—, y no tendrás que esperar una semana.

—Me gusta que entiendas la situación —puntualizó Zayn, levantándose con la ayuda de su bastón—, me evitas un mal rato teniendo que recurrir a mis abogados.

—¿Por qué no regresas por la noche? —sugirió Liam, queriendo alejarse cuanto antes de ese lugar—, dejaré las llaves con el portero del edificio. Ahora, si me disculpas, tengo que recoger algunas cosas.

Por unos instantes Zayn se perdió en su mirada, lamentando que las cosas hubiesen llegado hasta ese extremo, sobre todo cuando sus intenciones habían sido todo lo opuesto. Pensó en cederle el departamento por un tiempo indefinido en recuerdo a la amistad que lo había unido a Andy, pero él lo obligó a cambiar de parecer. No quería que bajo su techo siguiera entregándose al mejor postor mientras él observaba en platea sus interludios amorosos.

—¿No quieres saber dónde está Andy? —preguntó, observando la rabia que había en los ojos de Liam, lo que le indicaba que era un hombre de emociones fuertes capaz de enloquecer al más ecuánime de los hombres; y él había caído como un corderito bajo su hechizo.

—Ya me comunicaré con él, debe estar ocupado atendiendo tus negocios para que sigas enriqueciéndote —respondió en tono agrio.

Zayn bajó la mirada y por algunos segundos su imagen de hombre fuerte se desvaneció entre el silencio y la postura de sus

hombros caídos, situándolo como un simple mortal ante los ojos de Liam.

—No podrás hablar con él —expresó con cierto temblor en la voz —. Andy murió, y esta mañana fue enterrado.

Prenup - Ziam Mayne/PalikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora