Charlotte Murray
Había un chico de espaldas, debía ser Harry ya que él me llamo para avisarme que estaba esperando a que saliera, pero realmente no parecía él.
– ¿Harry? – Pregunté al ver que no volteaba y fue hasta entonces que finalmente lo hizo y pude ver sus hermosos ojos verdes.
– Lottie, perdona por la tardanza es que… esto va a ser un poco vergonzoso, pero no sabía que ponerme, así que solo me puse este traje negro –confesó Harry mientras me miraba. –Por cierto, te ves más hermosa que nunca.
– Gracias rulitos, ya es hora de que vallamos a Doncaster, si no, no llegaremos. –Dije mientras cerraba la puerta.
– Sí, a Doncaster –susurró Harry sarcásticamente, y logré escucharlo.
– Cómo que “Si, a Doncaster” –imité su tono sarcástico.
– Has escuchado mal, no lo dije sarcásticamente, solo lo afirmé –sonó un poco nervioso– mejor vamos de una vez o llegaremos cuando termine –habló dirigiéndose hacia su auto.
Cuando llegamos a él abrió la puerta para que yo me subiera y luego la cerró. Al subirse él también le agradecí.
– Gracias por tanta caballerosidad, Señor Rulitos. –Le dije mientras Harry comenzaba a conducir.
– Todo sea por la futura Señora Styles – Dijo siguiéndome el juego de Señor y Señora.
– ¿Señora Styles?
– Sí, si es que usted está de acuerdo con que la llame así, Señora Styles. – Ambos soltamos una gran carcajada.
Ya había pasado hora y media hora de viaje, yo me distraía mirando el camino, amaba viajar, eso me hacía pensar y distraerme.
– Harry…
– ¿Qué sucede, Lottie?
– ¿Aún falta mucho para que lleguemos? No he comido nada desde el desayuno, estoy muriendo de hambre.
– Falta solo un poco. Pero… ¿Por qué no has comido nada?
– Estaba nerviosa, solo eso.
– ¿Por qué? –dijo mientras paraba el auto.
– No quiero quedarme sola en casa.
– ¿Tienes miedo?
– Algo así.
– ¿Quieres que me quede contigo aunque sea por unos días?
– ¿Enserio lo harías, Harry?
– No habría nada que no hiciera por la Señora Styles.
– Gracias Señor Rulitos, es usted muy amable, pero si no sigue conduciendo llegaremos muy tarde al partido, asique apresúrese.
– Como usted diga, Señora Styles.
Luego de un rato llegamos a un lugar. No tenía idea de donde estábamos, pero ahí no había ninguna cancha de futbol, solo había una especie de cabaña muy pequeña.
– Harry, ¿Dónde estamos?
– Creo que me he perdido, bajemos a ver si hay alguien en esa cabaña y le preguntemos si nos puede guiar.
ESTÁS LEYENDO
Over Again (Harry Styles)
Fiksi Penggemar– Cada vez que me acercaba a ti me sacabas, un poco más a patadas, debo decir. – Agradécele a tu fama de “el mejor en la cama”.