Over Again (Harry Styles)

Capítulo 30

Pensé en gritar, pero era estúpido. No debía adelantarme a los hechos, pero eso no significaba que no tuviera miedo, sino todo lo contrario.

Pensé en correr hacia la casa, pero Jordan era mucho más rápido que yo y me alcanzaría. Deseaba haber ido a alguna clase de deporte en ese momento.

No sabía que decir ni que hacer, los hechos me estaban golpeando fuertemente la cabeza generándome un gran dolor de cabeza.

Darcy corrió a mi lado, pero se quedó igual que yo, sin ladrar y sin moverse.

–        ¿Cómo estas Lottie? Linda noche, ¿verdad? –preguntó Jordan.

–        Bien –respondí tajante. – ¿No deberías estar en la fiesta del equipo?

–        ¿Debería? Creo que sí, pero vine a buscarte.

–        Te dije que no quiero ir.

–        ¿Eso debería importarme?

–        Sí. Y no iré.

–        Eres muy caprichosa, Charlotte. Pero me atraes así –Jordan comenzó a acercarse a mí, pero mis pies no obedecían mis órdenes, solo quería correr y alejarme de él.

–        Escúchame bien, la haremos fácil. Vamos a la fiesta, obtengo lo que quiero y listo.

–        ¿Qué rayos piensas que soy Jordan? ¿Acaso estás loco?

–        No, no lo estoy. Pero las chicas son mi debilidad.

–        Realmente me das asco –al fin mis pies respondían a mis órdenes y comencé a caminar lo más rápido que pude hacia la casa, pero como lo había pensado antes Jordan era más rápido y me alcanzó, tomándome fuertemente del brazo.

–        Escucha, haré lo que quiera de todas formas, sin importarme si estás de acuerdo o no, y ni se te ocurra gritar por que la pasarás peor de lo que puedes imaginarte.

Mis ojos se llenaron de lágrimas, estaba entrando en pánico, tenía mucho miedo de Jordan, más del que pensaba. Estaba siendo muy rudo, no le importaba nada, Harry tenía razón. Me culpaba de no haber escuchado a Harry, si lo hubiera hecho nada de esto estaría pasando. Quería abrir los ojos y saber que solo era una pesadilla pero era imposible, todo era real, todo se veía perfecto, y no con destellos como suele suceder en los sueños.

Por más que gritara Ed y Josh no me escucharían, la casa era muy grande y mis gritos no se oirían en la cocina.

Tragué el nudo que tenía en la garganta y pensé en decirle un montón de cosas indebidas a Jordan, pero eso empeoraría todo.

–        Lo que haremos ahora es ir a la fiesta, ¿de acuerdo? –pensaba en aceptar, en la fiesta había mucha gente, seguramente alguien se daría cuenta, o si no le pediría a Jordan ir al baño y llamaría con mi teléfono a quien sea, agradecía tenerlo en el bolsillo de mi short. – ¿De acuerdo? –repitió.

–        Sí –respondí en voz baja.

–        Ahora, al auto –Jordan caminó hacia el auto, seguía sin soltar mi brazo. Abrió la puerta del acompañante, pero no me hizo entrar. –Antes, dame tu teléfono.

–        ¿Qué teléfono? –mentí.

–        Noté tu iPhone en tu bolsillo trasero, dámelo. –No me quedó más opción que darle el teléfono, mi Plan B estaba arruinado. Jordan arrojó el teléfono al césped y entonces me hizo entrar al auto. –Ni se te ocurra abrir la puerta y salir corriendo mientras yo me subo. –Fue lo último que dijo antes de cerrar mi puerta.