Felices en su amor.

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SALMOS 30:5

"Porque sólo un instante dura su enojo, pero toda una vida su bondad. Si por la noche hay llanto, por la mañana habrá gritos de alegría." (NVI)

"Cuando Dios se enoja, el enojo pronto se le pasa; pero cuando ama, su amor dura toda la vida. Tal vez lloremos por la noche, pero en la mañana estaremos felices." (TLA)

Dios es bueno y nos bendice atravez de su amor profundo e inigualable, con un amor hasta la muerte. Muchas veces no lo tratamos como Él merece, nuestras vidas son mediocres e hipócritas. Muchos cometemos el error de creer que porque vamos a una iglesia somo buenos "hijos" de Dios cuando muchas veces ni siquiera le hemos recibido, no existe ninguna relación personal con Él, y si lo hemos hecho quizás la hemos descuidado. El punto es que cuando nuestra relación con Dios esta débil o no existe estamos más propensos a llevar una vida de pecado. Pagandole con traición su inmenso amor. Dios es amor pero también es justicia, y si nosotros estamos haciéndole creer a los demás que mi vida esta limpia y todo es una farsa, Él se encargara de corregirnos, como todo un padre lo haría con su hijo al descubrir que le miente. Recuerdo que yo era muy mala con mi madre, peleaba con mi hermana y llegabamos al punto de desesperarla, muchas veces hasta al punto de hacerla llorar, siempre terminábamos llorando con ella y pidiéndole disculpas. Por supuesto ahora me arrepiento más que nunca de haber provocado eso. Muchas veces ella nos castigaba y se enojaba con nosotras pero su amor era mucho más grande y nos perdonaba aunque el castigo siempre debíamos cumplirlo porque era lo justo , pagar las consecuencias de nuestros actos para mejorar. Su enojo pasaba y cuando sentíamos todo estaba bien entre nosotras. Es igual a lo que Dios hace por nosotros pero en una escala mucho más grande. Cada vez que le fallamos Él se enoja pero desde el momento que le pedimos perdón por fallarle, Dios nos perdona y dice su palabra que nunca más se vuelve a acordar de nuestros pecados, su enojo pronto pasa aunque de igual manera debemos cargar con las consecuencias de nuestros actos.  Muchas de estas consecuencias nos ayudan a formarnos y a no caer de nuevo en los  mismo, nos hacen mejores personas e hijos de Dios. 

La clave está en valorar el sacrificio de la cruz y darse cuenta en lo incomparable que es ese amor, cuando nos demos cuenta de esto tendremos una relación fuerte y muy intima con Dios, nuestro salvador. 

Dios te bendiga.

Tiempo con DiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora