ADORACIÓN: Un estilo de vida.

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JUAN 4:24

"Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren." (RVR1960)

"Dios es espíritu, y quienes lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad." (NVI)

"Dios es espíritu, y los que lo adoran, para que lo adoren como se debe, tienen que ser guiados por el Espíritu. Se acerca el tiempo en que los que adoran a Dios el Padre lo harán como se debe, guiados por el Espíritu, porque así es como el Padre quiere ser adorado. ¡Y ese tiempo ya ha llegado!" ( V23-24 TLA)

Muchos de nosotros hemos tenido durante un largo tiempo un concepto muy corto de adoración, hemos creído que adoración es cantar, tocar un instrumento, solo música, cuando en realidad va más allá. Adoración es un estilo de vida, es obediencia completa a Dios.

Cuando vivimos conforme a su voluntad y le obedecemos, es ahí donde nos convertimos en adoradores en espíritu y en verdad. Sí, las alabanzas que le cantamos  son una forma de adorar a Dios, una entre tantas como la oración, nuestros devocionarios, las decisiones que tomamos en nuestra vida, nuestros pensamientos, la forma en que realizamos nuestros ministerios, entre otras que solo se resumen en: la voluntad de Dios,un estilo de vida.

¿Porqué te digo "un estilo de vida"? es por el hecho de que un estilo de vida no es algo parcial, por tiempos, es algo permanente, una obediencia permanente, no solo cuando me conviene obedecer, ni cuando me acuerde de hacerlo. Es constante. Cuando Dios ve el esfuerzo que hacemos por mantener ese estilo de vida de obediencia a su palabra, ese sacrifico se convierte en adoración. En los tiempos de antes, cuando querían adorar a Dios sacrificaban animalitos, nosotros ya no hacemos eso, sacrificamos nuestros deseos, pensamientos, tiempo y la lista sigue. Pero ¿porqué adoramos? ¿porqué nos sacrificamos de esa forma? simple, por  la gratitud que tenemos hacia Dios que mandara a su unico hijo a morir en una cruz por cada uno de nosotros, porque nuestro sacrificio se vuelve tan pequeño a la par del suyo, por eso debemos adorarle. 

Dios quiere y busca adoradores en espíritu y en verdad.




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