No importa a quien.

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LUCAS 6:27-28

"Escuchen bien lo que tengo que decirles: Amen a sus enemigos, y traten bien a quienes los maltraten. A quienes los insulten, respóndanles con buenas palabras. Si alguien los rechaza, oren por esa persona." (TLA)

"Pero a ustedes que me escuchan les digo: Amen a sus enemigos, hagan bien a quienes los odian, bendigan a quienes los maldicen, oren por quienes los maltratan." (NVI)

Que tarea más difícil, amar a nuestros enemigos. A esas personas que nos hicieron daño, que hablaron cosas sobre nosotros que no eran ciertas, las que nos quitaron algo que apreciábamos mucho, a los que nos maltrataron y nos ofendieron. Dios dice que debemos amarlos, ¿es eso posible? Sí, lo es. Dios nunca nos pediría algo que no podemos hacer. Cuando decidimos odiar y no amar a esa persona que nos lastimo, nos afecta a nosotros más que a nadie. Nuestro corazón se llena de rencor y nunca vamos a poder tener paz a causa de eso, por eso Dios nos pide que perdonemos y no solamente eso, también que amemos. La ultima parte del ultimo versículo nos pide que oremos por ellos, y debemos hacerlo. No podemos llegar delante de Dios con un corazón lleno de odio a pedirle perdón por los errores que nosotros cometemos, porque, ¿Merecemos perdón aún cuando nosotros no perdonamos? No. 

No nos toca a nosotros decidir que merecen y que no a las personas que nos lastimaron. ¡Dios dice que las bendigamos! Es difícil, pero créeme cuando te digo que Dios es el que va a juzgar a cada uno, y Él es justo, dejemos que sea Dios el que se encargue de cada uno como se merece. 

Todos cometemos errores y queremos ser perdonados, pero primero debemos a aprender a perdonar nosotros mismos.

Así que: Ama, bendice y ora, no importa quien y siente la paz de Dios en tú corazón.

Tiempo con DiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora