hateful ➼ dylan o'brien

0.9

  "If you hurt her, I promise you that it'll be the last thing you ever do. '' 

Brooke POV:

Después de aquella noche, al cabo de varias semanas, mi relación con Liam fue avanzando, empezamos a salir un par de veces solos, él se mostraba muy cariñoso y no voy a mentir, compartimos un par de besos muchas de esas tardes. Estaba bien tener a alguien que se preocupara por mí, que no me mirara como la chica rara que recién llegaba y que nadie quería nada con ella. Liam no me juzgaba. Podíamos hablar de lo que fuera los dos juntos y, la verdad,  estaba muy cómoda con él.

Y no, no estamos saliendo, pero tengo el presentimiento de que le falta poco para pedírmelo, ya que casi actuamos como una pareja de verdad.

En cuanto a Dylan, también nuestra relación había avanzado. Me lo había encontrado un par de veces en las cuales poco a poco él se iba soltando más y más.  No, no éramos amigos, simplemente conocidos, aunque tengo la esperanza de que falte poco para que pueda llamarlo mi amigo. Él no me ha contado todavía nada de todas aquellas cosas que lo atormentan, muchas veces aparece con el ojo morado, algunos moratones en los brazos y alguna que otra herida en el labio. No le pregunto, porque al segundo se pone a la defensiva, y no es bueno para ninguno de los dos que pase eso.

A Liam no le hace mucha gracia que hable con Dylan, pero ya le dejé claro cuando empezamos a tener ese ''algo'', que no voy a dejar de hablar con Dylan porque a él no le guste. Me contestó bufando y asintiendo un poco molesto, pero la verdad es que me importa poco lo que piense de él, para mi Dylan es igual que el resto, una persona con problemas que necesita ayuda, y que si nadie se la da, pronto acabará explotando del todo. 

  — ¿...y dónde va a ser entonces, Brooke? — Esta pregunta me saca de mis pensamientos. Miro hacia Sienna, la cual ha formulado la pregunta.

  — ¿Puedes repetir la pregunta? No te he escuchado muy bien.  — sonrío leve, no quiero que piensen que no estaba haciendo caso al tema de conversación, aunque fuera la realidad.

  — Te estaba preguntando dónde va a ser tu fiesta de cumpleaños y qué vamos a hacer.

 — Oh, pues, va a ser en mi casa. En el jardín. Tengo varias cosas preparadas pero aún tengo que ir con Liam a comprar la bebida.— Miro a Liam y él sonríe, pasando su brazo por alrededor de mis hombros.

  —Agh, en serio, ¿por qué no salís ya? Si ya sois prácticamente una pareja. — Dice Tristan, el mejor amigo de Liam, que está sentando al lado de Sienna, a la cual no ha dejado de admirar desde que empezó a venirse varios días con nosotros.

  — ¿Y tú por qué no dejas de mirar a Sienna como baboso y le pides una cita ya? — dice Liam sonriendo pícaramente.

Miro a Sienna y esta se sonroja. No se había dado cuenta de este hecho. Yo sí. Es demasiado obvio para todos, menos para ella. Tristan es un buen chico, pero no creo que sea del tipo que le gusta a Sienna. 

Tristan le echa una mirada acusatoria a Liam y se levanta de la silla poniendo de excusa que tiene que llegar pronto a la siguiente clase. Liam se ríe y le doy un puñetazo amistoso en el brazo diciéndole que lo que ha hecho es un poco cruel.

  — Entonces, ¿nos vemos esta noche en tu casa a las nueve, no? — Callie pregunta mientras muerde su sandwich.

  — Exacto, poneos guapas. — río y me levanto ya que acaba de sonar el timbre avisando de que la próxima clase ya empieza. 

Me despido de Liam con un beso en la mejilla y me uno a Sienna y a Callie caminando en dirección a nuestra próxima clase. 

Dylan POV:

Otro día más en el que tenía que llegar al instituto con moretones en los brazos y en la cara. Llega un momento en el que ya te acostumbras, y acostumbras a los demás. Los profesores ya dejaron de preguntar porque se convirtió en algo normal. La gente del instituto dejó de mirarme raro porque este ya se ha convertido en mi aspecto normal. 

Paseaba por los pasillos sin mirar a nadie, en mi propio mundo. 

En la hora del descanso, salí afuera y me senté en un banco, con mis cascos puestos, escuchando mis canciones favoritas sin necesidad de hablar con nadie. 

Miré alrededor, y hubo una escena que no me gustó para nada. Vi a Brooke, aquella chica persistente que no dejaba de intentar hablar conmigo, discutir con Liam, el mayor imbécil del instituto, a mi parecer.

Llevaba ya varias semanas hablando a veces con Brooke, y la verdad es que no tenía ni idea de por qué la dejé entrar en mi vida. Nunca lo había hecho con nadie desde que era pequeño. No sé que tenía, ni cómo lo lograba, que hacía que le contestara muchas veces cuando me hablaba.

Pero nunca me permitiría abrirme a ella totalmente, no, no puedo involucrarla en mi vida. Me parece demasiado buena chica como para que se enterara de los horrores que rodean mi vida. Pero joder, no podía evitar ese sentimiento raro que surgía en mí, preocupación. Estaba preocupado por ella.

Me acerqué sigilosamente hacia ellos. Liam no le estaba hablando bien, le gritaba idioteces, no entendí bien por qué estaban peleando, pero en cuanto vi que se acercó demasiado a ella, y ella intentó escaparse pero no la dejaba mientras él la agarraba, me acerqué furioso. 

Empujé a Liam violentamente al suelo. Sin pensarlo dos veces. Lo empujé lejos de ella, pero a ella nunca la miré. Miraba a Liam con tanta rabia en mis ojos, y estaba seguro de que se podía notar en las venas de mis brazos y en mi cuello.

  — Si le haces daño, te prometo que será la última cosa que vas a hacer.  

Todo el mundo estaba mirando la escena, pero me daba igual. No iba a permitir que nadie sufriera acciones violentas, menos las mujeres, no como mi madre.

Estaba muy enfadado, furioso, esas situaciones podían conmigo. 

Sentí una mano entrelazándose con la mía, pero no miré hacia ese lado, sabía que era Brooke, y no quería que viera mi cara.

  —Mírame Dylan, estoy bien. No me ha hecho nada, por favor, cálmate. Respira tranquilo.   —su voz suave intentó calmarme. 

Cerré mis ojos e intenté controlar mi respiración y calmarme. Poco a poco, mientras ella me hablaba, sentí como la rabia iba abandonando mi cuerpo. Cuando volví a abrir mis ojos, vi que todo el mundo ya se había ido, incluso Liam. Solo sentía todavía esa mano entrelazada con la mía.

Finalmente la miré. Tenía una mirada preocupada en sus ojos. 

  —Muchas gracias por lo que has hecho.   — ella me sonrío levemente.

Y por primera vez en mi vida, fui yo el que le di un abrazo a alguien.