CAP 5

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Después de que me robara el pedacito de regaliz de la boca, ninguno de los dos hablo más. Yo porque simplemente se me habían atragantado las palabras en la garganta y él...bueno él no es muy hablador.

Llevo días ignorándolo, no soy capaz de mirarlo a la cara sin ponerme colorada y recordar lo que hizo. Instantáneamente mi corazón se acelera y parece que se me quisiera salir del pecho. Parezco una colegiala con su primer amor.

Andaba hacia la puerta del edificio cargada cual burra, con cuatro bolsas de compra, cuando siento que alguien me agarra las dos que llevo en una mano. Levanto la cabeza y al ver la gran cabeza de conejo, las solté por acto reflejo embobada viendo cómo anda hacia la puerta, me quedo parada en medio de la calle. ÉL al darse cuenta de ello, se gira.

—Vamos —Dicho esto se da la vuelta y vuelve a andar.

Estática como un robot comienzo a andar a paso lento, a un par de metros de él. Cuando llegamos a nuestro piso, deja las dos bolsas delante de la puerta de mi apartamento y se dirige al suyo. De reojo miraba cada uno de sus movimientos, hasta que entro en su apartamento.

Metí mi llave en la cerradura, y justo cuando iba a entrar él salió de golpe sin la cabeza de conejo y me miro. Estaba completamente sudado con el pelo pegado a su frente.

—Llevas unos días ignorándome, no me gusta —Mis ojos se abrieron como platos.

—Am...bueno —Dije rascándome la cabeza mientras intentaba pensar una buena excusa.

—¿Por qué? —Dio un par de pasos y se puso delante de mí a unos escasos diez centímetros de distancia.

—N-no te ignoro —Frunció el ceño.

Tragué saliva duro y cerré los ojos. Estoy muy nerviosa.

—Mentira, en cuanto me ves huyes.

—¿Qué esperabas? ME QUITASTE EL CACHITO DE REGALIZ DE LA BOCA COMO SI NADA, ME DA VERGÜENZA MIRARTE A LA CARA —Grite completamente histeria.

Tras no escuchar ninguna respuesta por su parte, abrí los ojos poco a poco y lo miré. Tenía el ceño fruncido y se mordía el labio.

—No pienso disculparme —Abrí la boca en una perfecta "O" y lo miré mal.

—Hiciste algo sin mi consentimiento, deberías arrepentirte y disculparte —Espete enfadada.

—No me voy a disculpar por algo de lo que no me arrepiento —Dicho eso, cogió mi cara entre sus manos y estampo sus labios en los míos. Unos segundos después se separó de mí—Tampoco pienso disculparme por esto —Se dio la vuelta y dando un portazo se metió dentro de su apartamento.

Después de pasarme más de cinco minutos mirando a la nada, mientras mi cerebro intentaba procesar todo lo que acababa de pasar, Cogí las bolsas, entre rápido en mi apartamento y salí echa una furia a la terraza para comenzar a llamarlo.

—¡EY, CONEJO IDIOTA, SAL! ¡TE DEJARE SIN DIENTES CONEJO DESCEREBRADO! —Le gritaba completamente colérica.

—¡No soy un conejo! —Apareció quejándose—deja de gritar, ¿Qué quieres?

—¡DEVUELVEME MI BESO! ¡NADIE TE DIO PERMISO PARA ROBARLO! —Sonrió de lado y se acercó a mí.

Su sonrisa me dejo completamente desorientada, era la primera vez que la veía.

—Muy bien —Contesto.

Me agarro las manos e hizo que me acercara lo más posible, para una vez más volver a juntar sus labios contra los míos.

—I-idiota...suelta —Intente zafarme de su agarre. Cuando se separó de mi boca,

antes de que fuera capaz de soltarme, me beso nuevamente.  

Mi extraño vecino el Sr. Conejo (GD) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora