Comienzo

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[Números, vivimos rodeados de éstos y no somos capaces de darnos cuenta que cada acción de nuestra vida está marcada por ellos.
Nacemos  con un número asignado pero a lo largo de nuestra vida lo modificados sin razón.

A lo largo de nuestra inocente ignorancia la vida se desarrolla, no solo en lo conocido por los humanos, también en la existencia de seres distintos y más inteligentes. Hablo de dos razas inexistentes, imposibles de imaginar para cualquier habitante del planeta Tierra:

Los números, así solemos llamar a estos... ¿objetos, sentimientos tal vez? Se podría decir conocimiento; palabra de la que creen tener poder los más sabios sin haber en ellos la menor idea de este significado. Conocimiento... Me hundo al oir a cualquier humano pronunciar tal palabra, sufro al conocer como estos seres viven sin preocuparse por sobrevivir, tengo ganas de que esto suceda lo antes posible y así acabar con estos ignorantes.

La otra raza de la que os hablaré  es la mía, solo que no os podré  dar su nombre porque no lo hay.
Nosotros no somos como los humanos, ellos dan un nombre a todo, creen ser los dueños de cualquier ser u objeto simplemente dándole un nombre mas no es así.
¿Alguna vez alguien de vosotros habéis sentido la necesidad de volar y abandonar a éste vuestro planeta? Lo olvidaba, sois terrestres y vosotros sentís, como lo llamais... Amor.
¿Qué es amor? Un sentimiento nombrais a tal fenómeno.

No os merecéis ésta mi carta pero os aviso para que aprovecheis bien vuestras últimas horas de vida como seres libres porque una vez estemos allí, ninguno de vosotros seréis capaces de detenernos. ]



Dos meses más tarde, esta notificación llego a oídos de toda sociedad terrestre, incluso a los más prehistóricos lugares del planeta. Pero tan solo tres días más tarde, cuatro tal vez, otra señal llegó a la Tierra, alguien del desconocido planeta lanzó una señal a favor de los humanos para que no se produjera ese ataque pero tal misión ya había sido emprendida por aquellos sin nombre.

Fue una habitante terrestre la persona que hizo cambiar de opinión al militante "extranjero" que recientemente se había establecido en la Tierra y fue él quien cambió nuestro destino.

Todo sucedió en cinco días, comenzando un par de días antes de la notificación y finalizando el día de la señal a favor de los terrícolas.

Supuestamente seis naves se dirigían hacia el planeta con siete extraterrestres en cada una y ocho misiles por nave.

El individuo hallado en la Tierra era consciente pero rápidamente conoció los sentimientos humanos tras su aparición en el planeta.

Soy el número 23Donde viven las historias. Descúbrelo ahora