Hay personas que llegan a la vida de uno casualmente, y terminan siendo tu salvavidas, quienes te ponen los pies sobre la tierra y te muestran una perspectiva del mundo totalmente diferente a lo que veías.
Conocí a esa persona hace un año, en el momento en que rearmaba mi camino luego de unos trágicos 365 días.
Él fue quien, de algún modo, sostuvo mi mano para evitar que volviese a caer, para ser mi guía, para apoyarme. A veces pienso, que de no haberlo conocido, mi comienzo en el nuevo colegio y círculo social, habría fracasado.
De aquellas que iluminan los senderos al pasar, con su espíritu positivista, con su gran sonrisa, con su hermosa personalidad, con una actitud de guerrero; así es él, una persona por quien abandonaría todo por su felicidad y bien estar.
Cómo las plantas al sol yo a él necesito, ahora y siempre.
Dedicado a F. P.