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Es imposible vivir o morir sin Dios, pero no es imposible pensar que
lo estás haciendo.
Si piensas que estás viviendo o muriendo sin Dios, experimentarás
que lo estás haciendo. Puedes tener esta experiencia todo el tiempo
que quieras. Puedes terminar esta experiencia cuando quiera que elijas terminarla.

Creo que ésas palabras santas. Creo que vinieron directamente de Dios.
Esas palabras me han estado dando vueltas en la cabeza durante los
últimos cuatro años. Ahora veo que eran mi invitación. Una invitación de Dios a tener una conversación más profunda.

Tienes razón. Quería asegurarme de que tuviéramos esta conversación más profunda y por eso coloqué esas palabras en tu mente cada vez que pensabas seriamente sobre la vida o la muerte, aunque sólo fuera un momento. Esta es una conversación la que te has estado resistiendo y que has pospuesto repetidamente.

Si ya lo sé. No es que tenga miedo de hablar con profundidad sobre la vida, ni siquiera sobre la muerte, es sólo que estos temas son muy complejos y quería estar seguro de que estaba realmente preparado para incursionar en una inmensa conversación sobre ellos. Quería estar preparado psicológicamente y, bueno, supongo que también espiritualmente.

¿Sientes que ahora lo estás?

Espero que sí. No puedo seguir posponiendo esta conversación para
siempre. Aunque lo intentara, tú simplemente seguirías colocando esas
palabras en mi cabeza.

Así es, lo haría. Porque ésas son las palabras que quiero que oigas,
aunque nunca llegues a mantener el resto de la conversación.

De acuerdo, las he oído.

Quiero que las oigas una y otra vez.

Es imposible vivir o morir sin Dios, pero no es imposible pensar que lo
estás haciendo.
Si piensas que estás viviendo o muriendo sin Dios, experimentarás que lo estás haciendo.
Puedes tener esta experiencia todo el tiempo que quieras. Puedes
terminar esta experiencia cuando quieras que elijas terminarla.
Esas palabras transmiten lo único que debe saber siempre cualquier
persona que tenga miedo de vivir o de morir.

Entonces podemos terminar la conversación aquí mismo.

Podemos. ¿Cuánto más quieres ahondar en tu conocimiento de las
cosas superiores? Si eliges continuar con esta conversación, te proporcionaré 100 palabras más: Una fórmula de 100 Palabras para


Todo en la Vida.

Bueno ahora mi pica la curiosidad.

Eso es exactamente lo que quería.

Y funcionó. Ahora sí que no voy a dar por terminada la conversación. Así que aquí estoy teniendo una conversación con Dios sobre la vida y la muerte. Otra vez.



Sí, pero con relación a muchas cosas que no hemos discutido antes.

Quién se lo va a creer...



No importa. No estás teniendo esta conversación para nadie más, la


estás teniendo para ti mismo.



Tengo que seguir recordándome a mí mismo eso.



Muy a menudo las personas se ven a sí misma haciendo algo para


otros cuando en realidad lo están haciendo para sí mismas.


Todos están haciendo todo para sí mismos. Cuando alcances el


despertar de esta conciencia, habrás llegado a un gran descubrimiento.


Y cuando comprendas que eso es verdad incluso con relación a morir,


nunca volverás a tener miedo de morir. Y cuando ya no tengas miedo de morir, ya no tendrás miedo de vivir. Vivirás tu vida plenamente, justo hasta el mismo último momento.

Alto ahí. Espera un momento. ¿Estas diciendo que, cuando me estoy


muriendo, lo estoy haciendo para mí mismo?



Por supuesto. ¿Para quién más lo estarías haciendo?



Cuando contestes la mayoría de las preguntas que tienes sobre la


muerte, habrás contestado la mayoría de las preguntas que siempre has tenido sobre la vida.

En Casa con DiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora