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¡Ah! Algunos caminos son mejores que otros.

"Menos arduos" es una descripción objetiva, "mejores" es una
opinión. Esta observación nos lleva al CUARTO RECUERDO
Ningún camino de regreso a Casa es mejor que otro.

¿Estás seguro? Por favor, querido Dios, por favor, necesito que hables
claro sobre esto. Casi todas las religiones en la faz de la tierra dicen
exactamente lo contrario.

Te lo digo otra vez, para que no haya duda: ningún camino de
regreso a Casa es mejor que otro. Todos los caminos te llevan allí, porque todo lo que se necesita
para llegar allí es verdadero deseo, un corazón puro y abierto, y fe
en que Dios no tiene ninguna razón para decir: "No, no puedes estar
conmigo" a ninguna persona por ninguna razón, y menos aún porque
simplemente haya creído en Dios en una forma diferente.
Todas las religiones verdaderas son maravillosas y todas las
enseñanzas espirituales verdaderas son caminos hacia Dios, y
ninguna religión ni ninguna enseñanza es más "correcta" que otra.
Hay más de un camino a la cumbre de la montaña. La religión fue creada por las culturas humanas para ayudar a los que nacieron dentro de esa cultura a saber y entender que hay una
fuente de ayuda siempre presente en tiempos de necesidad, de fuerza en tiempos de desafíos, de claridad en tiempos de confusión,
y de compasión en tiempos de dolor.
La religión es también una manifestación de la conciencia instintiva de la humanidad de que los ritos, las tradiciones, las ceremonias y
las costumbres tienen un enorme valor como marcas que afirman la
presencia de un grupo de gente en el mundo y como el adhesivo que
asegura esa presencia al mantener unida la cultura de un grupo de
gente. Cada cultura tiene una tradición hermosa y única que honra una
verdad hermosa y esencial: que hay algo más grande y más
importantes en la vida que los deseos propios o incluso que las
necesidades propias; que la vida en sí misma es una experiencia
mucho más profunda y mucho más significativa de lo que mucha
gente se imagina al principio; y que es en el amor y el interés mutuo
y el perdón y la creatividad y el espíritu de juego y el unir las manos
en un esfuerzo conjunto para alcanzar un objetivo común donde se
descubrirán las satisfacciones más profundas y los goces más
maravillosos del encuentro entre los hombres.
Entonces, que cada uno de ustedes tome su propio camino hacia
mí. Emprendan su propio viaje a casa. No se preocupen por cómo los
otros están haciendo el suyo ni juzguen sobre ello. Ustedes no
pueden dejar de llegar hasta mí, y ellos tampoco pueden. Verdaderamente, todos se encontrarán cuando estén juntos en Casa, y se preguntarán por qué discutieron tanto por detalles de tan poca importancia.

Oh, y hemos discutido, ¿no es cierto? Hemos discutido hasta el infinito.
Hemos peleado verbalmente y hemos llegado a las manos y hemos
matado y hemos muerto porque hemos insistido en que el nuestro era el camino correcto -de hecho, que el nuestro era el único camino- al cielo.

Sí, lo han hecho.

Y, sin embargo, aquí vienes tú ahora y nos dices que "ningún camino es
mejor que otro". Y afablemente debo preguntar: ¿Cómo puedo saber qué
creer?

Haz lo que quieras, pero no creas lo que se dice aquí.

¿Perdón?

No creas nada de lo que digo. Escucha lo que digo, después cree en lo que tu corazón te diga que es verdadero. Porque es en tu corazón donde yace tu sabiduría, y es en tu corazón donde crece la verdad, y es en tu corazón donde Dios reside en más íntima


comunicación contigo.


Sólo pido una cosa.

¿Qué es?

En Casa con DiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora