V

186 37 7
                                        

Después de un rato me di cuenta de lo estúpido que estoy, al parecer comencé a imaginar todos estos escenarios que dentro de mi cabeza eran completamente reales e inverosímiles a comparación de lo que está ocurriendo en este preciso instante: Chicos intentando dar lo mejor de sí en las audiciones, el supuesto neoyorquino coqueteando con unas chicas en el otro extremo de la habitación y un Francis intentando despertarme de mis pensamientos disimuladamente. De pronto me pregunté si hacía más bien aquí desperdiciando el tiempo de todos (que por cierto no tenían talento alguno, parece que les estoy haciendo un favor fiándome de su fachada) que bien.

Antes de continuar con las fantasías me permití darle una última oportunidad al chico para impresionarme, no faltó poco para que descubriera que los únicos con talento son el idiota de New York y unas cuantas chicas que platicaban entre sí después de hacer su aparición, sólo que con tan sólo mirarlas escanear a mi Alfred, soltar risitas y ese tipo de cosas perdieron su encanto. Nadie debería de hacer eso con él, oh espera ¿Me estoy volviendo loco o Alfred les acaba de regresar la sonrisa y acomodarse el cabello de manera particular? No, esto no se debe a que esté celoso de ellas. Ellas que sí reciben la atención de nuestro amigo norteamericano, es sólo que pareciera que sus movimientos hacia ellas fueran tan falsos, pero al mismo tiempo practicados una y otra vez hasta perfeccionar su táctica nazi para lograr que las chicas volvieran a reír falsamente todas las veces que este truco fuese efectuado.

Tal vez esto fuese a lo que comúnmente se denomina coqueteo (o flirting para aquellas únicas y especiales), pero ejecutado por Alfred parecía que funcionaba la mayoría de la veces con cierta eficacia, parecía que no quería llamar la atención de las que fuesen a recibir su encanto, podría casi asegurar que intentaba captar la atención de otra parte del público indirectamente. Si son ciertas mis predicciones, sólo me quedaba buscar dentro de la sala a todo aquel que pudiese ser el objeto de atracción del ojiazul. -Arthur- Logré identificar la suave, pero aún grave voz de Francis, rápidamente me incorporé y desvié la mirada en su dirección -Sí- Aún no estaba seguro de a qué o por qué afirmaba pero esto se me escapó de entre los labios involuntariamente -Si así lo deseas podemos retomar la sesión otro día- Él me conocía perfectamente y sabía cuánto me molestaba tener que lidiar con novatos irrespetuosos así que agradecí tenerlo a mi lado y aproveché la oportunidad -Estaría bien si la programásemos para mañana o algo así- Sólo asintió con la cabeza antes de ponerse de pie -Ah, no olvides darles las gracias y disculparte de mi parte- Mencioné subiendo mi tono de voz.

Tengo tiempo libre para meditar un poco la situación, supongo que ahora tengo trabajo que hacer.


-------

¡Volví del inframundo! *le pegan con una chancla porque a nadie le importa* Lamento la tardanza, prometo recompensarlos ;v

Why Love Can't Hurt (UsUk)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora