Me quedo mirando fijamente el corcho frente a mí. Lo cubrí con fotos y tachuelas que se unían intrincadamente una con la otra con un hilo rojo, cada uno de los retratos de los actores tenían un pequeño letrero con su nombre y una pequeña síntesis de su carrera en plumón indeleble rojo, en el centro estaba el retrato de Alfred, el cual no sólo carecía de notas rojas al pie de la foto, también todos los hilos terminaban o empezaban su recorrido allí.
Aún tenía una pluma entre mis dientes cuando me encontré a mí mismo dando vueltas de un lado a otro del estudio, a veces me sorprendía que tan lejos podía llegar cuando algo me obsesionaba, sin embargo, no podía terminar de admitir que los complejos mapas mentales del pizarrón habían sido elaborados con el fin de encontrar el receptor del cariño de Alfred, no. La prioridad era resolver el enigma detrás del comportamiento juvenil y las maneras en las que este puede causar daño emocional.
No pude evitar sonreír después de ver mi trabajo, enarqué una de mis cejas (cuya naturaleza había llevado a confundir a varios de mis antiguos compañeros de escuela, quienes entraron en pánico al pensar en ellas como un par de orugas azotadoras atacando mi rostro) al ver que aún sin un poco de la ayuda de la cafeína o algún libro intrigante había logrado quedarme despierto hasta las tres de la mañana. Obviamente dentro de unas horas cuando tenga que llegar al trabajo lo lamentaré, así que soplé el flequillo que cubría una parte de mi cara y me dirigí a mi habitación.
Por sí fuera poco me levanté media hora más tarde de lo planeado, al levantarme me apresuré a preparar el té mientras me daba una rápida ducha, de igual manera llegaría tarde así que prefería ir presentable a parecer un mendigo que llega quince minutos antes.
Francis me esperaba en la puerta del edificio con una papeleta en la mano y un pequeño desayuno tradicional británico en la otra, ahogué una sonrisa y tomé ambos objetos en cuanto estuve frente a frente -Buenos días Iggy- mi tranquilidad se esfumó en segundos y viré rápidamente en su dirección -No. Me. Llames. Así. Idiota- intenté reprimir un golpe y seguí con mi camino, aún así casi podía verlo sonreír a mis espaldas.
Al llegar a mi oficina había una pequeña nota adherida a la caja en donde coloco mi pluma fuente, sin darle importancia y pensando que fuera un mensaje de algún compañero bullicioso la arrugué y deseché antes de leerla -¿Seguro que no quieres saber si es de algún admirador secreto?- Exhalé fuertemente antes de pensar mi respuesta -No, no lo creo. A estas alturas sólo espero que sea la nota de un secuestrador diciendo que me va a tomar rehén y detener mi sufrimiento- Francis soltó una leve risa -Como todo en tu vida es sufrimiento es justo y necesario que alguien te rescate de él- Crucé mis brazos y desvíe la mirada -Permíteme decirte que después de las ventas, mi trabajo no ha sido tan placentero como solía serlo- bufó sin embargo, mi posición seguía siendo la misma -Lo que digas- Hizo una pequeña pausa -Cariño- Huyó antes de que mi puño aterrizara en su cara e inteligentemente cerró la puerta tras de sí.
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Primero que nada me gustaría agradecerles por su apoyo (aquí les dejo un meme)Y disculparme nuevamente por el retraso en la actualización (MÁS MEMES \ :v /)
Okno, basta de memes. Espero hayan tenido felices fiestas y he aquí su regalo atrasado :v
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Why Love Can't Hurt (UsUk)
FanficArthur Kirkland es un escritor ermitaño que se ve forzado a colaborar dentro de la adaptación de su libro a una película. Alfred F. Jones es un joven actor que tiene el papel principal, así que ambos tendrán que trabajar juntos a pesar de sus difere...