3.REVELACIÓN

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REVELACIÓN

Es increíble como la vida da tantos cambios, o como la gente que sabe su porvenir sonríe sin miedo a que sus expectativas caigan y se derrumben, es ahí donde la duda entra ¿En verdad estoy en la vida que quiero? ¿O sólo estoy bajo un velo gris que cubre mis sentidos?


Al amanecer, agradecí al mundo que fuese sábado, pues no tenía que acercarme a la escuela y de evaluaciones no quería saber nada, mi madre ya no estaba conmigo, tal vez tuvo que salir temprano, me cambié, ni siquiera arreglé mi cuarto. Fui a la cocina, de alguna forma supuse que tal vez encontraría ahí a mi mamá pero tampoco, sólo una nota que decía:

"Tu desayuno está en el refrigerador, caliéntalo, llegaré tarde, duermete temprano, Te quiero"

Pensar que mi madre aún no me había mencionado nada sobre mi padre, me preocupó, aún así desayuné, estaba hambriento, la comida que había preparado mi mamá estaba deliciosa, me sentí realmente satisfecho, al terminar, salí y cerré la casa, la aseguré muy bien. Pensé en ir a la veterinaria, tal vez ahí encontraría a Martín y el me diría algo.

Las calles de la pequeña ciudad eran pulcras y llenas de árboles, verlos, me hizo recordar mi pesadilla , ¿Que hacía un árbol en mi sueño?, no tenía la más mínima idea de como responder a mi pregunta, me puse los audífonos y la musica inició, apareció una canción, Highway to hell, de una de mis bandas de rock favoritas, seguí caminando, iba tan concentrado en la canción, que detuve mis pasos cuando de momento se dejó de escuchar, saqué mi celular y estaba apagado, había olvidado recargarlo el día anterior, y bueno, me resigné, guardé los audífonos, y en ese instante algo recorrió mi mente y mi memoria, a mi izquierda estaba un camino extraño que iba directamente al enorme bosque, era un camino viejo casi sin transitar, y recordé, como pude ser tan idiota como para no darme cuenta de que era ahí donde mi padre había sufrido el accidente, el siniestro que le quitaría la vida, mis ojos buscaban algo, pero no había nada, no había rastros de sangre o de algo que me indicara un desastre ahí, pero sentí una atracción poderosa por ir hacia el bosque, en busca de no se qué, en busca de nada, o al menos eso creía, estaba tan distraído con eso que al sentir una palmada en la espalda brinqué del susto, era Lucas, mi amigo.

Lucas solía salir de su casa para ir a correr desde temprano, y por coincidencia me encontró.

-Hey Marco, ¿Como estás? ¿Esta todo bien? -Saludó cordial, pero me mostré indiferente, aún estaba pensativo sobre correr hacia el bosque.

-¡Lucas amigo! Si, está todo bien, ¿Como estas?
-Estoy bien, pero oye, ¿Tu lo estás? Ayer estabas muy raro, me preocupa en serio lo que te pase, eres mi mejor amigo, eres como mi hermano, está claro que me preocupo por ti, además parecía que estabas drogado -Eso le quitó la seriedad a su comentario mientras reía, el intentó ser gracioso pero eso me molestó aunque me hizo entender, tal vez el podía ayudarme, pero no creí adecuado el momento y el lugar para conversar.

-Está todo bien, gracias
-¿Seguro?
-Si, te lo aseguro, pero bueno, ¿Que harás ahorita?
-Bueno, en realidad no tengo nada que hacer, planeaba ir a tu casa en la tarde para estudiar juntos, ¿Te parece bien?
-Si, creo, pero oye , sólo quería saber si me podías acompañar a la veterinaria de mi madre, no se nada de ella desde la mañana, tal vez Martín este ahí y me diga
-Decirte, ¿Decirte que?- Me preguntó

Mis labios temblaban, pues casi explotaba al no decirle sobre lo que pasó con mi padre, pero aún así, tarde o temprano se enteraría.

The Other World I: Despertar y Controlar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora