Introducción: Antes de ti

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Me llamo Aria. Tengo 15 años. Esta és la historia de cómo perdí la cabeza.
Fui al pueblo como todos los fines de semana con la idea de ver a mis mejores amigos, pero no tenía ni idea de que pronto mi mente cambiaría.

Mi pueblo se llama Bélgida, és muy pequeño, tiene unos 500 habitantes y la gente que vive en él da asco.
Nunca te dejan en paz, a la mínima que sucede algo ya se ha enterado todo el mundo.
Aveces pienso que no tienen vida propia.
Otra cosa mala es que no hay mucha gente con la que juntarse, así que mis amigos de allí no tienen exactamente mi edad. Yo soy la más mayor.
Lucía es la más pequeña, tiene 13 años, aunque es bastante madura para su edad, por qué, como cada uno de nosotros, tiene una gran historia detrás.
Marcos es el mediano, tiene 14 años, y es mi mejor amigo desde la guardería, es increíble tener personas cómo él al lado.
Y Juan tiene mi edad, aunque cumpla a ultimos de diciembre. Él és una persona dificil de caerle bien, pero si lo haces puedes contar con él para las buenas y las malas.

Cuando llego empiezo a oír sus gritos desde el garaje, y no puedo evitar esbozar una gran sonrisa.
Llamo y abren en seguida. Es Alba!
Cuánto tiempo hacía que no la veía... también es una gran amiga, aunque la vea poco por que vive en otro pueblo, sé que siempre estará ahí para lo que necesite.

Entramos juntas al patio de la casa de Marcos, y no tardo en darme cuenta de que hay un chico que no conozco ahí sentado. Nos quedamos mirándonos. Vaya que guapo és.
Tiene los ojos de un marrón caramelo precioso, una dulce sonrisa y está despeinado. És realmente guapísimo.
Siento mi respiración se acelera, y que mis piernas de pronto parecen gelatina, ¿que me pasa?

Lo miro detenidamente, y me sobresalto. Ya se quién es! Es Alex! Marcos me habló de él.
Madre mía, realmente no me lo imaginaba así. Empezamos a hablar y tenemos bastantes cosas en común. Tiene una voz capaz de dejarte sin palabras, y un acento muy gracioso.
Tenemos bastantes cosas en común.
Pasan los minutos, y con ellas las horas. No me doy cuenta de lo rápido que avanza el tiempo, simplemente me pierdo en sus palabras, en su mirada...

Las doce, de la noche; Alba y Alex se van. Cuando se marchan me siento extraña, y poco a poco mi respiración vuelve a tener una velocidad normal, y mis músculos se destensan.
Pero no puedo evitar sentir un triste vacío.
¿Por qué estoy así?

Me voy a la cama rápidamente, pero no puedo dormir, me vienen a la cabeza imagenes suyas, su voz, su pelo, su sonrisa, su mirada...
¿Por qué no puedo dormir? ¿Que me pasa? ¿Por que me siento de esta forma?

Sueño con él, y no tardo en darme cuenta:
Mierda, me he enamorado.

Después de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora