Desvelo la verdad

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Me despierto.
Voy al lavabo a lavarme la cara, y frunzo el ceño frustrada. Que asco de pelo, parece la melena indomable de un león.
Sin hambre vuelvo a mi habitación mientras me absorbo en mis pensamientos...
Uau, Alex es realmente un chico maravilloso, demasiado. El jamás se fijaría en una persona cómo yo.
No hay nada más que verme, cara llena de granos, pelo castaño, ojeras...
¿Quién iba a enamorarse de un desastre cómo yo?
Intento apartar los pensamientos negativos de mi cabeza, pero me resulta imposible.
¿Estará él enamorado?
¿De quién?
¿Que pensará de mi?

Basta! Me lavo la cara de nuevo, necesito desconectar. Así que no tardo en ponerme música:
"Por que todo lo que necesito hacer es cerrar los ojos,
y estarás a mi lado.
Por que todo lo que necesito es a ti.
Estás en mi mente,
todo va a salir bien.
Por qué centenares de millas no me impedirán verte."
Mierda, intento evadirte escuchando música, pero estás en todas las canciones...

Decido cambiar de plan, y ponerne a bailar. Me pongo mis zapatillas de ballet y empiezo a bailar. Ya empiezo a sentir el cosquilleo y la electricidad por mi cuerpo. Los pasos son limpios, y la energía pura empiezo a girar y agirar mientras los combino con saltos. Me muevo al ritmo de la música y la música se acopla a mis pasos de una manera mágica.
La melodia termina.
Estoy empapada en sudor, y tengo la cara roja. Mi respiracion tiene la velocidad del día en que lo conocí, y de repente me invado de una triste melancolía.

De repente suena el teléfono:
-¿Diga?
-Hola Aria
-Hola Vicente! Que tal?
-Muy bien, escucha, esta tarde vuelvo al pueblo. ¿Tu estarás?
-Claro, enseguida que llegues llámama y voy enseguida al parque.
-De acuerdo.
-Hasta la tarde
-Nos vemos!

Vicente es mi primo, y un gran amigo. Lo aprecio mucho. ¿Debería contarle lo que me pasa?
Tengo miedo. ¿Que me dirá?
¿Que pensará de mi?
Cruzo los dedos para no decepcionarlo.

Después de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora