Voces De amor ❤

2. Sábado 8 de Agosto.

Sentí que la semana se me paso demasiada lenta, ansiaba con todo mi corazón en la semana que llegará el sábado para poder ver a Austin, estuve ensayando cada día que pasaba que le iba a decir cuando lo viera y tenía muchas opciones:

1.- Hola, ¿como estas? - No, sonaba muy típico y aburrido.

2.- ¿Que tal hermoso? - No, eso nunca jamás.

3.- Hola, me llamó Fernanda y he soñado contigo desde que te vi por primera vez ese día en que te vendí 6 colaciones, andabas con una polera celeste y unos short cafés, tu cabello dorado resplandecía con el sol. - No, sonaría como una psicópata y una loca.

- Hola, creo que te había visto antes pero no se donde.- eso sonaba bien pero... ¿y si el no me recordaba? Para mi había sido muy impactante verlo de nuevo,  y poder recordar y volver a sentir la misma sensación que sentí esa primera vez que lo vi aunque ya había pasado un año, esa mirada que a veces se me aparecía en sueños. Fue como si Dios o el destino o quizás los 2 nos quisieran juntos, nunca pensé que después de un año las mismas sensaciones florecieran de nuevo.

Decidí que la última era más práctica y podía establecer un tema de conversación.

Hice la misma rutina que hacia todos los sábados pero esta vez me arreglé más, me puse una polera ajustada color negro, unos jeans azul oscuro ajustados y unas vans negras, me Alise el cabello, me puse mas rímel del normal y me puse una delgada línea sobre los ojos Que me hacia ver distinta, mas atrevida y con una mirada cautivante aunque mis ojos se veían mas negros de lo que son.

Ese día llegue un poco mas tarde a la reunión por todo el tiempo en que tarde en arreglarme pero lo preferí así ya que le daba un poco de suspenso al momento.

Cuando llegue estaban jugando Basquetball , el me miro y anoto un punto excelente, fui a saludar y el primero a quien salude fue a Austin, no dije nada, solo le bese la mejilla lo mas cerca de la boca que pude, quería hablarle pero todo lo que había ensayado se me olvido, mi mente quedo en blanco, si que solo lo saludé y seguí saludando al resto de Los jóvenes. Seguimos jugando y cuando la pelota iba hacia Austin yo le quitaba la pelota y le sonria, el solo me devolvía la sonrisa e intentaba anotar un punto pero nunca caía en el aro, me sentía ridícula pero no me importaba, solo quería divertirme.

Entramos a la iglesia y el culto empezó, no puse atención a lo que estaban hablando solo mire a Austin y el me miraba a mi y me sonreia, no pude evitar sonrojarme.

- ¿Estas bien? - Pregunto Nicolás que estaba sentado al lado mío.

- Si, estoy bien... No te preucupes, solo tengo calor, por eso estoy roja. - mentí pero no sabia mas que decir, no podía decir: Austin me sonrió, y creo que me gusta aunque lo acabe de conocer. Sonaba patético pero bueno...

Intente evitar el contacto visual con Austin el resto del culto pero mis ojos instintivamente lo miraba y el me miraba a mi.

Cuando término el culto me quede un rato más para ver que pasaba, el se tenia que ir rápido con su hermana a no se donde si que solo se acerco a mi y se despidió sin decir nada solo me beso la mejilla como yo lo había hecho cuando llegue ese día, quería escuchar su hermosa voz con su hermoso acento.

Me fui feliz a mi casa con la sensación más bonita en la mejilla, aun sentía su carnosa boca en mi cara y su olor de hombre que me volvía loca, se notaba que cuidaba de su higiene personal y de su aparencia.

Llegue a casa con una sonrisa enorme de oreja a oreja, no quise saludar a mis padres para que no me besaran la cara, no quería que nadie mas me besara solo el.

Me acosté y me dormí aun feliz del hermoso día que había tenido.