Capítulo 9

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Abigail nunca fue una niña de jugar con muñecas.

Pasaba sus tardes con galletas de chocolate y malteadas mientras veía sus telenovelas favoritas. Algunas veces veía "Scooby-doo"o "Hey Arnold!" pero a pesar de que le regalaban muchas muñecas y animales afelpados, estos solo servían para decoración.

Hoy en día, Abigail era una experta jugando con barbies y era la mejor chef en la pequeña cocina de juguete que la dulce y tierna Sofia tenía en su habitación.

Sofia era uno de los grandes amores de su vida. Cuando se mudaron hace menos de un año, la pequeña Sofia apenas tenia 16 meses. Desde que la conoció, se enamoró de ella.

Poco tiempo después, se convirtió en su niñera, pues sus padres a menudo tenían cambios en su horario de trabajo y al ver que Sofi se llevaba muy bien con Abigail, no dudaron en pedírselo.

Lo mejor fue que ellos vivían en el piso de abajo, así que Abigail aceptó de mil amores.

Al no haber tenido una hermana, amaba a Sofia como si fuera de su misma sangre. Jugaban en el patio trasero, se vestían como princesas, bailaban con la música a todo volumen; pero lo que más disfrutaba Abigail, eran los días en que los Señores Darwell llegaban tarde de su trabajo. Esas noches, Abigail le cantaba a Sofia mientras delicadamente pasaba sus manos por su suave y esponjoso cabello. Verla dormida y tranquila era algo que siempre se quedaba impreso en su corazón.

Hoy era uno de esos días. Los señores Darwell tenían que trabajar hasta tarde y luego, según le habían dicho , irían al aeropuerto a recoger a su hijo, el cual no veían desde hace un año. Según tenia entendido, el niño vivía con un hermano del señor Darwell, ya que estaba haciendo algún curso que en este lado del país no había.

Sofi estaba en su cama, con su pijama de una princesa con un vestido azul y Abigail se aseguró de abrigarla muy bien. Sus ojos ya estaban casi cerrados, así que siguió cantándole mientras deslizaba las manos por su dorado cabello.

-A dormir, a dormir
Cierra los ojos y empieza a soñar
A dormir, a dormir
Un mundo nuevo encontrarás...

Abigail contemplaba como Sofi se quedaba completamente dormida, parecía un angelito. No había otro lugar donde ella preferiría-

<< DALE A TU CUERPO ALEGRÍA MACARENA
QUE TU CUERPO ES PA' DARLE ALEGRIA Y COSA BUENA
DALE A TU CUERPO ALEGRÍA MACARENA
HEY MACARENA!>>

Abigail dio un brinco cuando su celular empezó a sonar a todo volumen el tono de llamada de David.

Buscando su celular como loca, lo puso en silencio de inmediato, y observó a Sofi para ver si se había despertado. Afortunadamente no.

Luego, salió de la habitación, dejando la puerta entreabierta. Cuando estaba en el pasillo, contestó la llamada.

-Casi despiertas a Sofia!-susurró Abigail, con miedo de que el pequeño angelito pudiera despertarse.

-Yo?! Por qué? - respondió David, susurrando.

Aunque David no podía verla, Abigail miró hacia ambos lados.

-Amm, bueno, es que tu tono de llamada es La Macarena.

A través del teléfono, pudo escuchar a David echándose a reír.

-Wow, tengo un tono personalizado, me siento privilegiado.

Abigail bufó. -Lo hago con todo el mundo- mintió.

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