Gomen!!! No tengo sino simples disculpas ya que mi internet exploto y no he podido subir nada en ningún lugar aprovecho estos segundos robados de señal los aprovecho para casi terminar de subir este capítulo de mi short fic! En serio en mi próximo robo de señal actualizare mis dos historias pendientes! Naruto es de Kishimoto y la historia está basada en las novelas de Canción de Hielo y Fuego y son de su escritor! Ahora si Buena lectura!
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Sus ojos obstinados vagaron por quinta vez por el jardín principal de la fortaleza, hacia días que sabia ella evitaba tener cualquier tipo de contacto con él y eso aunque al principio le pareció entretenido ya había empezado a sacarlo de quicio, lo que más irritación le causaba era que extrañamente se había hecho cercana a los dos rubios que pasaban las tardes hablando de que sabe que en las amplias bibliotecas del castillo.
Rodo sus ojos al sentir como unos pasos relajados marchaban directamente hasta su posición, como todas las tardes desde que había decidido salir del confinamiento al que había aceptado estar sumido para curar definitivamente sus heridas, pero había algo extraño esa tarde, los pasos se habían detenido un poco más lejos de lo normal obligándolo a girarse hacia su intruso.
-No quise hacerlo, lo juro- Hablo rápidamente el rubio al ver como la rabia apareció claramente en las facciones del pelinegro, en sus manos descansaba burlescamente el pesado abrigo que había usado la ojiblanca para escapar de la habitación del Uchiha muchas noches atrás.
-Porque lo aceptaste entonces?- Se obligo a preguntar en el tono más distante que pudo mantener, se mordió el labio resintiendo definitivamente la amistad de esa maldita mujer con su mejor amigo. –Te dije que...-
-Ino fue quien me lo entrego- Aclaro entendiendo lo que había causado más incomodidad en el pelinegro. –Hinata no se siente cómoda en mi compañía- Volvió a decir perdiendo la cuenta de cuantas veces decía eso al día, intento en vano retener la sonrisa burlesca que escapo de sus labios al ver como el Uchiha se cruzaba de brazos y suspiraba resignado a estar perdiendo esa batalla.
-Que te hace esa rubia quejumbrosa que haces todo lo que te dice?- Interrogo ácidamente girándose nuevamente hacia el jardín principal, sus sentidos vibraron haciéndolo agradecer internamente no haber empezado su retirada como cada día.
-Ino no es quejumbrosa- Defendió el rubio tirando el abrigo de cualquier forma en la silla de pesada madera roja que descansaba a unos metros del pelinegro. –Tu eres demasiado amargado y lo sabes- Completo dándose por vencido, su amigo se había puesto rígido de golpe lo que indicaba que estaba observando a la ojiblanca.
-Tu eres demasiado condescendiente con esas dos- Le respondió distraídamente sintiendo con satisfacción la sorpresa de su compañero, ya había aprendido a controlar definitivamente el estado de vigilancia que despertaba la ojiblanca en el, dándole la libertad de poder interactuar con el rubio cada vez que ella aparecía y ellos estaban juntos.
-Por lo menos hablan conmigo no? Que puedes decir tu- Devolvió el golpe sonriendo más ampliamente al ver como las manos del pelinegro se cerraban con fuerza en el barandal que separaba el balcón del jardín donde seguramente estaba paseando la Hyuuga.
Gruño como respuesta admirando fijamente la delgada silueta de la ojiblanca, esa tarde llevaba un vaporoso vestido de seda en tonos rosados pastel, lo único que delimitaba alguna parte de su figura era una delgada cinta de oro que estaba justo bajo sus senos, su cabello nuevamente estaba recogido en un elaborado trenzado que simulaba una corona dejando totalmente expuesto su pálido y largo cuello, bufo al ver la marca ligeramente rosada ya casi desvanecida en su piel.
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Fuego y Hielo
Fiksi PenggemarUn secuestro muchos años atras la habian mantenido en una especie de letargo hasta que ese dia el fuego destruyo las murallas que la mantenian prisionera, solo que en lugar de escapar tuvo que verse sometida a la intimidante presencia del nuevo conq...