Estaba en el aeropuerto, sentada sobre mi maleta, esperando al vuelo de las 7 pm, todo había terminado, me encontraba en la sala de espera de una aeropuerto sonriéndole al pasado, un final patético.
Cuando lo vi entrar, veía hacia todos lados, era él, no pude evitar sentir mi corazón latir de nuevo. En cuanto me vio y corrió hasta mí.
-Te encontré -sonrió.
Asentí, mis papás estaban sorprendidos.
-¿Podemos hablar? -estaba relajado.
Asentí, caminamos hasta un rincón solitario del aeropuerto.
-¿Qué haces aquí? -pregunté.
-Escucha y no interrumpas...
Asentí.
-Lo siento... Siento haberte llamado cobarde, cuando el cobarde soy yo... Justo cuando recibí la primera carta, justo ese día en la mañana decidí que no iba a luchar más contra mis sentimientos, eres única para mí, eres como mi propia caricatura japonesa-sonrió y yo igual-... Cada una de tus cartas me llevó a nuestro pasado, lo que me hizo amarte más, y ¿Sabes?... Siempre te amaré, porque eres única, eres inteligente, divertida, adorable y siempre me has apoyado... -soltó una lágrima, pero aun sonreía.
-¿Por qué no lo dijiste antes?
-Por idiota... También siento que por mi culpa te rompieran el corazón, siento no haberte correspondido antes, siento no protegerte, pero a partir de ahora y aun con la distancia... Siempre te protegeré.
-¿Siempre?
-¿Lo dudas?
Sacó una carta de su bolsillo...
-Ten... Léela cuando estes en el avión...
Pasajeros del vuelo a Japón de las 19 horas
Sonó en los altavoces.
Su mirada cambió al oír eso, tal y como cuando ayudó al cachorro, como cuando me abrazó y me vio a punto de llorar.
-Adiós -alcancé a decir.
-Adiós-susurró.
Me di la vuelta y di un paso, pero me jaló del brazo y me trajo hasta él, como ese abrazo de cumpleaños.
-Te voy a extrañar... Adiós mi primer amor-me susurró al oído.
Mi corazón se aceleró, me di la vuelta y comencé a caminar, volteé a verlo mientras caminaba y sonrió, esa sonrisa que jamás olvidaré, esa sonrisa de un inútil arrogante.
-Adiós... Mi primer amor-balbuceé al marcharme.
Subí al avión y entonces, todo se dio por terminado... En verdad.
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La versión de la que nunca hablé
JugendliteraturDurante años las cartas han sido la mejor forma de confesar algo... Esta no será la excepción, Cassie le envía cartas a su primer amor, contándole paso a paso lo que vivió desde que lo conoció y confesando un amor no correspondido... Quizá sea una m...