1

15.9K 620 221
                                    

Escuche el sonido de un plato rompiéndose e inmediatamente salgo de mi cama para ir hasta la cocina a ver qué sucede, al llegar me encuentro a Lauren apresurada juntando los pedazos de vidrio.

- Mierda-susurró. Su mano sangraba un poco debido a que se cortó por tratar de recoger todo tan rápido y sin cuidado alguno, lo hubiera logrado a no ser por el ultimo pedazo que fue con el que se lastimo

Me arrodille junto a ella y tome su mano lastimada con cuidado, no era la gran cosa, pero los pequeños cortesitos son los que más duelen.

-Camz-hablo asustada-Perdón, yo solo quería servirte el desayuno, pero se me resbalo el plato y-y...

No pudo terminar de hablar porque comenzó a llorar sin importarle su mano, se puso de pie y yo hice lo mismo, cuando llevé mi mano a su mejilla para quitar sus lágrimas ella cerro los ojos con fuerza.

-Perdón-repitió aun con los ojos cerrados fuertemente-Sé que tienes todo el derecho a golpearme, pero por favor no en el rostro

Casi escuche como mi corazón se rompía al escucharla decir eso. La verdad es que "compre" a Lauren, aunque suene muy feo. Su madre murió cuando ella nació y su padre la culpo de su muerte, la golpeaba, insultaba y explotaba desde que aprendió a leer y escribir, porque según él, ella le había robado al amor de su vida y era aún tan descarada como para parecerse cada vez más a ella.

-No, mi niña-negué con lágrimas en los ojos y afortunadamente logré contenerlas ahí-No voy a lastimarte, nunca te haría daño
-Pero-
-Abre esos ojitos tan hermosos que tienes-le pedí interrumpiéndola-Escúchame bien, nunca pienses que alguien tiene derecho a lastimarte, porque no es así, de ninguna manera, nadie te hará daño nunca jamás, y de eso me encargo yo

La abrace contra mi cuerpo sintiendo como sus lágrimas mojaban mi pijama, pero poco y nada me importaba.

Conocí a Lauren hace algunos meses, ella trabajaba como mesera en un restaurante que yo frecuentaba mucho, una de las tantas veces que me atendió logre mirar varios moretones en sus brazos, con el tiempo nos hicimos amigas, aunque ella fuera cuatro años menor que yo. Me conto que tenía tres trabajos para poder pagarse la escuela, cuando entramos más en confianza me conto que su padre la golpeaba y le quitaba todo su dinero. Simplemente me puse como una loca, en primer lugar, porque todo lo que me conto que sufría no se lo merecía ni mi peor enemigo y en segundo lugar porque me había enamorado de ella y me partía el alma que mi novia viviera en esas condiciones. Así que un día simplemente llegue a su casa y le ofrecí una gran cantidad de dinero a su padre para poder llevarme a Lauren conmigo ya que es menor de edad, el acepto con gusto y ahora ella vive conmigo, yo pago su escuela, su comida, su ropa, absolutamente todo lo que necesite y hasta lo que no.

Esa es la razón por la cual Lauren cree que iba a golpearla, porque su padre lo hacía cada vez que la ojiverde cometía algún error, incluso sin haber hecho nada mal.

No demande a su padre porque él puede hacer que me quiten a Lauren, pero una vez que ella sea mayor de edad no me tocare el corazón para hacer que se pudra en la cárcel, para lo cual no falta mucho pues mi novia cumple los 18 en algunos meses.

-No me tengas miedo, por favor-sujete su rostro con ambas manos para que me mirara a los ojos-Yo soy incapaz de hacerte daño, no me tengas miedo
-Perdón-susurro y no pude evitar volver a abrazarla contra mi cuerpo-Es solo que no estoy acostumbrada a que me traten bien
-Yo voy a hacer que te acostumbres, te voy a mimar y consentir tanto que no recordaras como era sentirse herida-bese su frente y deje mis labios ahí por unos segundos-Voy a amarte tanto que jamás volverás a sentirte sola, te lo juro, princesa

Afraid ::CAMREN::Donde viven las historias. Descúbrelo ahora