❝RUMORES❞ ━SUPER JUNIOR

-; veintitres

La situación en ese momento era realmente incomoda, Rachel posiblemente haya superado el nivel de sonrojo máximo.

—R-Rachel —titubeo Donghae viendo a Kibum saliendo del departamento donde vivía el amor de su vida, sin camisa y con el cabello desordenado.

—Hola —saludo despreocupado. La chica se encogió más de hombros, queriendo desaparecer en ese momento.

(21 de diciembre, 2014 -; 8:49AM)

La castaña salió de su habitación dando un gran bostezo, con dirección a la cocina tallo sus ojos, abrió su refrigerador y saco la leche. Hoy no quería cocinar para desayunar, así que decidió hacer algo sencillo: Cereal.

Apenas ayer Kibum se había instalado en la habitación sobrante del departamento, ellos habían dormido muy tarde a la vista de la joven, habían estado trabajando en el siguiente informe de Rachel, parte del proyecto de la universidad. Había sido un lindo gesto puesto que tenia a Kibum quien conocía un poco Japón, él amaba mucho la historia por lo que explicarle que tuvo que ver dicho país en Corea y con los otros países fue cosa de niños.

—Hola —saludo Kibum con los ojos entreabiertos, tenía el cabello desordenado y traía su ropa de dormir algo arrugada, se miraba muy tierno a decir verdad.

—Hola, ¿dormiste bien? Siento si te di la habitación pequeña, me he acostumbrado a dormir en grandes —dijo probando una cucharada del cereal integral— Además de que no contaba con tu visita, que me agrada por cierto —añadió, provocando una carcajada en Kibum.

—Pequeña torpe, eso ya lo sé. Solo me preocupa mucho tu seguridad —camino hacia ella y le robo la cuchara de sus manos, probando del delicioso cereal. Gimió en respuesta— Integral con frutas, delicioso —cogió el plato y se lo llevo a su habitación.

— ¡Lo prepare yo!

— ¡Y es genial que le hayas echado mucha granola! ¡Es deliciosa y casi no se encuentra por aquí! —recibió en respuesta, al segundo escucho el sonido de la puerta cerrarse. Sonrió, al menos le alegraba un poco sus mañanas.

Para matar un poco el tiempo decidió ducharse.

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—Delicioso —dijo entrando a la habitación de Rachel sin tocar, ella se sobresalto en su lugar, colocando su mano en su pecho agitado.

—Dios, casi me das un infarto de la sorpresa —confeso, se giro en su cama mirando a Kibum quien estaba en el umbral de la puerta, viéndola fijamente.

—No hagas eso —dijo después de unos segundos.

—Lo siento.

—Eso no —se sentó a la orilla de la cama— El mirarme fijamente, me resulta algo incomodo —confeso, Kibum sonrió y miro hacia el techo, sacando una risa en Rachel.

—Tonto —murmuro, el chico sonrió inocente y se acerco a ella, sentándose justo al lado de ella, muy cerca y provocando que sus brazos se rozaran con el mínimo movimiento.

—Es bueno volver a despertar y escuchar tu voz a primera hora de la mañana —recargo su cabeza en el hombro de ella, causándole una sensación de comodidad.

«Demonios, ¿por qué mi almohada no es así de cómoda?»

—Mi espantosa voz lo siente —bromeo, Kibum levanto su cabeza y tomo las mejillas de la castaña, dándoles un leve apretón.

—No hagas eso —chillo, odiaba que las personas le tocaran su rostro pero con Kibum el efecto era el contrario a lo que se esperaba. ¿Qué más iba a cambiar él de su persona?