Capítulo 1 Huida

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Historia especial para Aide Esparza

[no sean tan crueles es la primera historia que escribo de este modo]


Hace mucho, mucho tiempo, en algún reino lejano existía una princesa; la hija más pequeña del reino, esta princesa fue comprometida con el príncipe de un reino cercano. Pero dos días antes de la boda, la pequeña princesa escapo dejando a su padre y hermanas con la difícil situación y aquí empieza nuestra historia...

- ¿Qué es lo que aremos hiashi-sama?-habla neji el cual había estado preparando a la pequeña sayumi para este día

- El destino de nuestro reino esta pendiendo de un hilo padre- la princesa hanabi decía en un tono de preocupación, pues el reino ya estaba en problemas económicos y lo que menos querían era una guerra

- ¡basta!- gritaba el rey que aun permanecía sentado en el trono, poniendo su cara en el brazo que estaba recargado contra el asiento

- Padre, ¿Qué aremos? Sin sayumi el reino uchiha se vendrá contra nosotros, y a mi el rey no me escogió como esposa, no tengo la compleción de sayumi para asumir la responsabilidad- hanabi sentía rabia por no poder ser la chica escogida y salvar el reino

- Hiashi-sama solo tiene dos hijas ¿Qué aremos? No podemos cancelar el evento

- No, claro que no, aun hay alguien que puede cumplir esta misión, tengo un plan

- A que se refiere mi señor

- Llama a hinato

- No, padre, no me diga que...

- Hanabi no quiero que la defiendas, neji ve por ella

Neji sale corriendo del palacio en busca de hinato, sabiendo que el podría ser la única esperanza del país. En otro lado en el campo junto con su espada entrenaba un joven de hermosos ojos color perla y una cabellera violeta-azulado, vestía como un noble y con él una espada muy ligera. Lo que nadie sabía es que este joven hermoso en realidad era una mujer, la princesa hinata; ella desde muy pequeña observo que el reino carecía una fuerza de hombre, por ello decidió fingir ser un hombre y no una mujer, para proteger a su reino y no dejarlo solo, todo el mundo conocía al príncipe hinato, pero solo la familia real y algunos sirvientes de entera confianza conocían la verdad tras él.

Hinato entrenaba muy duro, pues se preparaba por una posible guerra y quería estar en condiciones optimas. Hinata se había acostumbrado a fajase y vendar su pecho, el cual era demasiado grande, por lo que había veces que su ropa era confeccionada para que pudiera caminar sin miedo a ser descubierta.

Hinata había terminado su entrenamiento, puso su espada en su hombro y suspiro muy hondo, ignoraba la situación de su hermana y lo que pronto vendría

¿Besando a la princesa?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora