Esta historia trata sobre una princesa que se disfraza de hombre para que su reino no se vea afectado, puesto que su padre solo ha tenido hijas; cuando comprometen a la pequeña hermana sayumi, esta desaparece misteriosamente;el padre desesperado no...
Los dos días de plazo pasaron rápidamente, y el príncipe pronto vendría por la princesa sayumi. En una de las habitaciones había varias sirvientas ayudando a vestir a hinata. Ella jamás había usado un vestido tan ajustado por lo que el dolor del corset la martirizo; hinata pensaba que el dolor de un golpe, dolía mucho menos que el que ahora sentía. Las sirvientas le colocaron la peluca casi encarnada a su piel, colocaron un velo y una capa en ella, la maquillaron y la dejaron lista para cuando su padre entrara por esa puerta y la llevara al altar.
"maldita sea como me metí en este lió", Hinata se lo repetía mientras caminaba a la ventana. Atreves de ella pudo observar como cada carrosa iba llegando con diferentes invitados y lo único que pensaba hinata era: "todo es por el bien de mi pueblo, todo estará bien, es solo una ceremonia y compromiso que quizá dure por años antes de que encuentren a sayumi, si es que la encuentran" mientras hinata pensaba esto, sentía nervios y miedo, apretó sus manos fuertemente mientras se repetía: "todo por el bien de mi pueblo". La puerta se abrió e interrumpió los pensamientos de hinata. Era su hermana Hanabi, hinata la miro y sonrió, Hanabi se coloco junto a ella y no dijo nada. Hanabi sabía que su hermana no necesitaba más palabras motivadoras o más peso del que ella ya llevaba por su cuenta, así que ella solo se quedo a su lado, observando todas las carrosas y las personas que iban llegando para la gran ceremonia que se daría pronto.
- Hermana...yo...lo siento tanto- dijo hanabi intentando que hinata no cargara sola este peso
- Tú no has tenido la culpa de esto, así que no tienes por qué disculparte
- Pero, si tan solo yo...hubiera puesto más atención a sayumi esto no estaría pasando...
- Basta- dijo hinata colocando una mano sobre el hombro de su hermana- nada de esto es tu culpa, el destino tenia esto preparado para mi, así que no quiero que te lamentes, intenta sonreír, ya que hoy es el gran día
- Hinata...yo...
La puerta se abrió, interrumpiendo a hanabi; era el rey, vestido excelente para la ocasión, miro a sus dos hijas, quiso guardar este momento para toda su vida, sus dos hijas habían crecido tanto. Moviendo la cabeza, para darle a entender a hinata que ya era la hora, extendió su mano, para que hinata viniera. Hinata camino hasta su padre, tomo su mano y volteo a ver a Hanabi, regalándole una sonrisa antes de que la puerta se cerrara, Hanabi lloro ante la situación, pero no se dejo caer, fue al tocador, limpio sus lagrimas y retoco su maquillaje, salió de la habitación como si nada hubiera pasado, ella sería el apoyo de su hermana es día, por lo que no debía ser débil.
Baje las escaleras con un gran dolor en mi pecho, mis pies inclusive no me respondían, el miedo me invadía totalmente, estábamos ya a unos pasos de la puerta que conducía a la iglesia del reino. No me importaba ser sayumi, he usado un disfraz toda mi vida, pero me duele casarme sin amor, sin siquiera saber quién es la persona con la que compartiré parte de mi vida. Las puertas se abrieron, observe a todos los invitados, cada uno me observaba con alegría,el lugar me sofocaba completamente, mi respiración era agitada, quería salir corriendo pero no debía. A lo lejos visualice a un hombre frente al altar, su cabello era negro, su mirada estaba puesta en el altar. Camine con mi padre, entendía algunas cosas ese día: número uno, mi nombre ya no sería hinata, ni siquiera hinato, seria Sayumi. Número dos, no permitiría ser descubierta ante ningún motivo. Numero tres, de ahora en adelante solo usaría vestidos y viviré preocupada por mi esposo, y número cuatro, por ningún motivo debo usar una espada ni siquiera deben saber que tengo conocimientos con las armas.
Llegamos ante aquel hombre, el volteo, el traje le sentaba muy bien, su piel era blanca y su cabello azabache, y esos ojos oscuros como la noche, ese sería mi esposo, me dije. Sonrió alegremente, mi padre me entrego, el tomo mi mano y me ayudo a subir el escalón, se acerco junto a mí y susurro:
- Hola princesa, mi nombre es uchiha sasuke, un placer conocerla, lamento no cortejarla antes como es debido, pero usted sabe princesa como es este problema de ser príncipe
- Ho-hola mi nombre es hina... Sayumi hyuga, no tiene por que disculparse mi señor- estaba completamente roja, jamás había tenido este tipo de charlas con un hombre y tomado de la mano mucho menos
- Me alegro entienda ¿continuamos con la ceremonia princesa?
- Si- que tipo tan extraño es este príncipe, parece muy feliz, a pesar de que es un compromiso arreglado, pero aun así me agrada un poco
Por alguna razón ese momento no fue tan desagradable, el miedo que tenia desapareció, y en ningún momento el quito su mano de la mía, el ambiente ya no era tenso ni me sofocaba. en el ambiente se respiraba algo de magia.
