Nora
La muchacha seguia sin contestar a ninguno de mis "¿estas bien?" Asi que decidí pasar a las presentaciones, hacia un rato que esa chica habia dejado de mirarme para agachar la cabeza, un gesto que me pareció muy inocente la verdad. -Hola, encantada, mi nombre es Nora, ¿como te llamas?- le dije de la forma más amable que pude, la verdad es que no queria asustar ni agobiar a la joven.
Levantó la cabeza para detenerse en mis ojos, sus ojos verdes me crearon una sensación rara y rapidamente aparte la mirada, era demasiada tension para mí.
-Ho...hola-dijo tartamudeando.-Me llamo Alexia-respondió vergonzosamente. -¿Estas bien? Siento de veras lo ocurrido, esque Jack es idiota y no mira por donde va.-dije a modo de disculpa.-tranquila, no pasa nada-dijo con la mirada posada en su rodilla.-¿Te duele?- pregunté preocupada.-No, bueno, tal vez...un poco-dijo contradiciendose. A mi me hizo gracia su reacción. Su caballo se sentó a su lado acercándose a ella para que lo acariciara.-Es precioso-dije fascinada por su crin dorada, la cual resplandecia a la luz del dia al igual que la cabellera dorada de Alexia, se parecian bastante la verdad, aunque fueran un caballo y una chica. -Gracias, se llama Karim, el tuyo también es muy bonito, me encanta su color oscuro- dijo con una sonrisa.-Se llama Acko-dije simplemente. -Creo que deberias ir a ver como está el chico ese, alomejor se ha echo daño cuando se ha chocado conmigo.-dijo un tanto preocupada. No pude evitar soltar una sonora carcajada, ¿Jackson haciendose daño? Pff, no, yo no tengo tanta suerte. Alexia me miró extrañada por mi reacción -Verás, digamos que eso no es muy probable, pero si estuviera en mis manos, ojalá se hubiese roto algo-dije yo. -¿No te cae bien?-preguntó extrañada-No, los hombres son estúpidos, pero ese se lleva la copa-dije en tono burlón. -entonces...¿que hacías con él?-dijo confundida.-es mi marido, bueno, legalmente, pero para mí ese hombre no es nada, bueno, ni ese ni ninguno-dije indiferentemente.-Ah, no lo entiendo, pero vale.-dijo con una risilla tonta.-No he decidido casarme, si por mi fuera nunca me casaría-dije sin darle mayor importancia -Yo tampoco he decidido casarme, ya tenemos algo en comun, yo tampoco me casaria- dijo con una sonrisa un tanto apagada, triste. -¿Estas casada?-dije sorprendida, pero si aún es una niña, ¿como va a estar casada? -Prometida, matrimonio de conveniencia-dijo tristemente -¿Cuantos años tienes?-pregunté interesada. -diecisiete recién cumplidos-dijo con una sonrisa orgullosa. Mis ojos se abrieron como platos, físicamente aparentaba menos. Alexia se rió al ver mi reacción-Pensé que eras más pequeña- dije con los ojos aún como naranjas.-¡Oye!-Exclamó intentando parecer molesta, pero al segundo de decirlo se puso a reir, a carcajada limpia, mientras se le arrugaba tiernamente la nariz, con la cabeza hacia atrás y los ojos fuertemente cerrados, en ese momento supe que esa imagen me acompañaria toda mi vida.Alex
Justo cuando iba a hablar me sorprendió que la chica empezase a entablar una conversacion conmigo.
-Hola, encantada, mi nombre es Nora, ¿como te llamas?- Me preguntó con su preciosa voz. Levanté la cabeza para contemplar sus estupendos ojos claros, eran del azul mas intenso que habia visto jamás. Nora me apartó la mirada, lo que me resultó que tal vez se había enfadado conmigo o no le caía precisamente bien. No encontraba palabras para responderle a la pregunta asi que me limité a dejar escapar un "hola" que me salió algo entrecortado. -Me llamo Alexia- dije lo menos tímida que pude. -¿Estas bien? Siento de veras lo ocurrido, esque Jack es idiota y no mira por donde va.-dijo ella un tanto enfadada con ese tal Jack.-tranquila, no pasa nada-dije siendo lo más cortés posible. De repente sentí un fuerte dolor en la rodilla e involuntariamente miré si tenia algun rasguño. -¿te duele?-preguntó preocupada. No queria preocuparla, pero despues me di cuenta de que no quería mentirle, pero las palabras habian sido más rapidas que mi mente. No, bueno, tal vez...un poco-dije nerviosa. Karim se acercó a mi y intentó calmarme y de paso que le diera mimos así que le di unas cuantas caricias mientras se sentaba a mi lado.-Es precioso- dijo Nora de repente. Por cierto, Nora es un nombre muy bonito, muy original, me parece haberlo oido muchas veces, pero por más que lo pienso no recerdo de que lo he escuchado.-Gracias, se llama karim. El tuyo también es muy bonito, me encanta su color oscuro- dije con una amplia sonrisa, fijandome en su bonito pelaje. -se llama Acko-dijo Nora. -Creo que deberias ir a ver como está el chico ese, alomejor se ha echo daño cuando se ha chocado conmigo.-Dije cambiando mi nerviosismo por preocupación. Y por arte de magia se comenzó a reir, una sonora y dulce caracajada que se quedo grabada en mis oidos. La miré extrañada ya que creí haber entendido que era su amigo o algo.-Verás, digamos que eso no es muy probable, pero si estuviera en mis manos, ojalá se hubiese roto algo- dijo ella. -¿No te cae bien?-pregunte algo extrañada -No, los hombres son estúpidos, pero ese se lleva la copa-dijo burlandose de ellos. -entonces...¿que hacias con el?-pregunté confusa.-Es mi marido, bueno, legalmente, pero para mí ese hombre no es nada, bueno, ni ese ni ninguno-dijo simplemente. La verdad no me gustó la idea de que estuviera casada, aunque lo vi bastante normal por lo bonita que era, pero despues cuando dijo que no significaba nada para ella me perdí y no entendí nada. -Ah, no lo entiendo, pero vale.-dije con una sonrisa boba en el rostro. -No he decidido casarme, si por mi fuera nunca me casaría-dijo tranquilamente como si estuviésemos hablando del tiempo.- Yo tampoco he decidido casarme, ya tenemos algo en comun, yo tampoco me casaria- dije, mi sonrisa se esfumó al momento al pensar en Jordi y imaginarlo con su pareja, solo que a su pareja no le puse cara porque no se quien es. -¿Estas casada?-preguntó en medio de un grito, parecia que le hubiesen dado la noticia del fin del mundo, o peor, de que se ha acabado la nutella en casa. -Prometida, matrimonio de conveniencia-dije en un tono apagado mientras notaba como se me rompía la voz -¿Cuantos años tienes?-preguntó con cierto interés.-diecisiete recién cumplidos-dije sacando pecho y sintiendome mayor. La cara de Nora era un cuadro, se le abrieron los ojos azules como platos y me miro anonadada ante mi revelación.- Pensé que eras más pequeña- dijo acercandose más a mi, curiosa.-¡Oye!-dije intentando sonar ofendida, pero esque su cara de sorpendida no tenia precio, era encantadora, con la boca abierta intentando entender que tenia dicisiete. Comenzé a reir como una foca retrasada por culpa de que Nora seguía con esa cara de haber visto un fantasma y cada vez que la miraba me reía, no pude parar hasta pasado un buen rato, ya que en un momento dado me di cuenta de algo;me estaba riendo, estaba contenta, despues de pasarme el dia anterior llorando ahora me estaba riendo como nunca antes y entonces una idea, no, más bien una norma apareció en mi cabeza; Nora tenía que estar en mi vida.
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Contra corriente
RomanceCuando todo esta en tu contra, nadas a contra corriente en un intento desesperado de sobrevivir, es imposible que te canses de nadar todo el dia sin descanso (notese mi ironia), aunque hayan obstáculos que el agua y la corriente arrastran hacia ti c...