En un lugar muy lejano. En un pueblo llamado Ellf, el cual se encontraba rodeado por montañas altas que como un gigante dificultaban el paso. Ahí, en una pequeña cabaña de madera, vivía un viejo de barbas blancas y una voz ronca llamado Tobías, mejor conocido como el Cuenta Cuentos.
Nadie sabía ni cómo ni cuándo había llegado el viejo Tobias a Ellf. Muchos decían que había estado aquí toda su vida y que nunca se marcharía de aquí, como si estuviera atado a este sito. Los más aventurados osaban decir que era él quien había fundado el pueblo, pero ninguno sabía decir con exactitud hace cuánto.
Una mañana de primavera los niños del pueblo de Ellf se encontraban todos reunidos en el pórtico de la vieja casa del Cuenta Cuentos, muy atentos a lo que el viejo les contaba.
»Cuenta la leyenda que la Bruja Oscura que vive a las afueras de Ellf, en las faldas de la montaña Luna se enamoró de un joven apuesto que se encontraba perdido y sin rumbo en el bosque. Ella al verlo se quedó prendada por su belleza, y le invito a ir a su casa, ya que la noche estaba por caer y él no podía seguir vagando en el bosque. El joven aceptó su invitación y juntos se encaminaron al lugar.
»Cuando ambos llegaron, ella le ofreció comida y bebida caliente para que se alimentara y apaciguara el frio. Se sentaron frente a frente en una pequeña mesa de madera.
»La bruja lo miraba fijamente a su rostro blanco, el cual se encontraba enmarcado por su larga mata de pelo negro. Pero él no notaba su mirada, estaba muy ocupado alimentándose. Y...repentinamente la Bruja Oscura se abalanzo precipitadamente sobre el joven y beso sus labios.
»El joven se vio sorprendido ante esta acción, y la empujo con tanta fuerza que la volvió a sentar en la silla. La bruja embraveció. Sus ojos se llenaron de rabia, su seño se frunció y sus facciones se deformaron de una manera horripilante.
»Luego, todo cambió radicalmente. Ella palideció y sus ojos se pusieron en blanco, su cabello negro comenzó a erizarse, parecía que había entrado en un profundo trance; y de su boca emanaban susurros en una lengua diferente.
»La habitación oscureció por completo, y un rayo la ilumino repentinamente; pero el efecto de aquel rayo había sido más que alumbrar la pequeña escena de terror. El rayo le había arrebatado al hombre su belleza, lo que la bruja deseaba de él, pero lo había hecho de una manera brutal. Él había sido separado de su cuerpo, para transformarse en una simple sombra. Él joven se había convertido en una sombra sin cuerpo.
»La Bruja había tomado su cuerpo, para poseerlo por siempre.
»Cuentan que la sombra sale a vagar cada noche en busca de su cuerpo, el cual al parecer nunca recuperara mientras la bruja viva, eternamente...
Los niños estaban sorprendidos, regularmente siempre se quedaban boquiabiertos con cada historia que el viejo Tobías les contaba.