PRÓLOGO

230 7 0
                                    

Es extraño, sí, realmente lo es, siento mi cuerpo mientras pelea, veo lo que pasa a mi alrededor, pero no estoy ahí, así que esto es el Trance. Como sea debo terminar rápido para acabar con Leviatán, porque este es mi deber y sólo yo tengo el poder para hacer esto.

Mi actitud ha cambiado con el pasar del tiempo, ha cambiado al conocer personas que llegan a ser muy importantes en mi vida.
Creo que ir a Yameriam fue la mejor decisión que mi padre pudo tener, pero bueno, eso no importa ahora.

-Ryuchi, así que has entrado en Trance para esta batalla.

Una voz conocida hace eco en aquel espacio, donde sólo había infinidades de pilares de luces, de distintos colores. Es un plano completamente separado del mundo, pues es la misma alma de Ryu.

¿Quién me habla? ¿Cómo puede haber alguien aquí además de yo? Pero, esa voz, esa referencia hacia mí, es de Amdusias, ¿pero cómo? ¿Cómo se supone que puede estar aquí?

-Vamos Ryuchi no lo pienses demasiado -le dijo la voz.

-Amdusias, ¿eres tú?

El chico gira su cabeza en busca de la voz que le habla, en busca de Amdusias, su maestro y amigo. Él estaba ahí, parado frente los ojos fe Ryu.

- ¿Cómo puedes estar aquí? -dice el chico.

-Pues -Amdusias desacomoda el cabello de Ryu-. Verás Ryuchi, cuando Greychi puso el sello en ti, le pedimos que pusiera un poco de nuestro poder demoníaco para ayudarte cuando quisieras acceder al total de tu poder.

-Oye, dices, ¿pedimos?

-Ah sí, Astchy también vino -pronto al lado de Amdusias aparece Astaroth.

-Hey chico -saluda el duque.

-Ustedes -Ryu baja la mirada-. ¡¿Cómo pudieron morir?!

-Vamos Ryuchi, cálmate. Al final sólo esto queda de nosotros, un poco de poder demoníaco como recuerdos residuales.

-Oye chico, ¿no deberías estar haciendo algo? -pregunta Astaroth con sarcasmo.

-Nosotros te ayudaremos y luego desapareceremos en la nada -dice Amdusias-. Ryuchi, realmente lamento no poder luchar a tu lado en este momento, nunca pensé que realmente moriría.

-Por tus ojos vimos lo que está pasando allá afuera y lo que podría pasar si esto no se acaba. Además, he visto que las tratas bien, como una familia. Hablo de Astrith y Syphia, no, de todas tus siervas.

-Ciertamente ellas son mi familia, por eso debo protegerlas, por eso debo luchar.

-Ryuchi, has crecido. Puede que nuestras muertes ayudaran en algo.

-Morir, morir nunca será una ayuda -dice Ryu con cierto enojo.

-Lo comprendo, Ryuchi.

-Ahora la voy a hacer.

Pronto muchos de los Pilares del Alma comienzan a brillar de gran manera, Ryu distribuye su poder en cada uno de ellos, mientras Astaroth y Amdusias lo apoyan.

-Tomará un tiempo -dice Amdusias.

-Será los últimos momentos juntos -dice Astaroth.

-Joder, yo... yo quería pasar más tiempo con ustedes.

-Vamos chico, un hombre...

- ¡Cállate! ¡Un verdadero hombre no es el que no llora y sufre, sino aquel que lo hace por los suyos! ¡Un verdadero hombre no muere cuando lo necesitan!

-Ryuchi...

-Ustedes, par de idiotas, se convirtieron en seres importantes para mí. Pero, ambos murieron y me dejaron sólo. ¡Había muchas cosas que quería aprender! ¡Yo quería volver al Distrito Cubus! ¡Yo quería ser fuerte! ¡Quería que estuvieran a mi lado! -mientras distribuye su poder, el pecho de Ryu arde y sus lágrimas de reproche no dejan de salir-. Sólo, sólo quería pasar más tiempo con ustedes.

La Profecía de las Estrellas Gemelas: Buscando el Camino de RegresoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora