CAPÍTULO XXXI: EL JOKER I PARTE

66 6 0
                                    

De nuevo en esta situación, oh maldición, me duele todo el cuerpo. Camille y las chicas están heridas también. Incluso Braiden está a mi lado sin poder moverse, las chicas que lo acompañan también están heridas.

Pero esto es distinto a la batalla contra Ares, es completamente unilateral. Ese tipo es un maldito enfermo, ¿cómo puede haber alguien tan poderoso?

¡Maldición! ¡Ellas están heridas y yo no puedo ni moverme! Es mi culpa que ellas estén así, que todos estén así. No soy suficientemente fuerte como para derrotarlo.

¡¿Por qué no puedo levantarme?! ¡¿Por qué siento tanto miedo?! ¡Tengo terror a ese tipo! ¡Esto nunca lo había sentido ni siquiera contra Leviatán! ¡Vamos muévete! ¡Levantate Ryu debes hacerlo!

--Vaya, esto se volvió muy aburrido, demaciado diría --dice un hombre.

Ryu y las chicas habían llegado a una ciudad en la cual pasarían la noche, estaban a dos días de la ubicación de Agares. A la mañana siguiente partirán pero Flora no irá con ellos, pues ella no puede luchar y es muy peligroso.

Esta noche se quedaron en habitaciones separadas, en el caso de Ryu. Pronto conseguiría el tercer anillo, sólo faltando uno para poder regresar, en eso es lo que estaba pensando el chico sin poder dormir.

Mientras Ryu daba y daba vueltas en su cama, no sólo pensando en la batalla sino que también en la situación que se encuentra con Camille. Ellos no son nada pero Camille bebe de su sangre ahora todas las noches.

Como una cita esperada una niebla entra por debajo de la puerta y se materializa en una chica, ella era Camille.

--Ryu... --dice ella sonrojada.

--Has venido --responde el chico.

--Yo... --ella aparta el rostro y hace puchero--. No es que quiera verte o estar contigo, ni nada por el estilo.

--No eres honesta.

--Lo soy --ella coloca su mano en su barbilla--. Soy una reina después de todo. Sólo me necesito a mí misma.

--¿Sólo a ti? --dice Ryu al ponerse de pie. El chico no tenía camisa pues así acostumbra dormir cuando hay un techo.

--Sí --dice al cruzar sus brazos.

--Camille... --Ryu coloca su mano en la mejilla de la chica.

--¡¿Qué?! --dice sonrojada.

--He comprendido tu belleza --responde él.

--¡¿Qué tonterías dices?! --dice tratando de actuar calmada y arrogante como es costumbre.

--Simplemente debo olvidar, no debo pensar, tal vez sólo sentir.

--¿De qué hablas?

--Nada, no es nada --Ryu acaricia el rostro de la chica--. Sólo que no quería ver lo que tenía frente a mí, sólo no quería volver a sufrir otra vez.

--Oye, ¿qué pasa?

--Tú no sólo me usarás, ¿verdad? No me dirás al final que todo fue una mentira, ¿verdad? Tú no harás eso, ¿cierto?

--Ryu, no sé de qué estás hablando --ella coloca su frente contra la del chico--. Pero te diré, te diré que no lo haré.

--En este tiempo he conocido a esa chica frágil que se oculta tras una reina, de una u otra forma soy igual.

--Y-yo no soy frágil --dice haciendo puchero.

--Por eso, quiero conocerte más.

--¿Qué quieres conocer de mí?

La Profecía de las Estrellas Gemelas: Buscando el Camino de RegresoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora