Perdió la noción del tiempo, se había quedado en el mismo, lugar sin mover ningún músculo y sin emitir ninguna palabra.
- Brittany... - esa voz la dejo mucho más estática de lo que estaba, sintió que la rodearon- Brittany? - sintió unos dedos en su mentón, dejo escapar aire y alzó su vista.
- Hola San... - la saludó con voz leve, la morena sonrío, la ojizul paso sus brazos por los hombros de esta, y se abrazó a ella.
- parece que alguien me ha extrañado- murmuró burlona, para después sentir un golpe en su hombro- jajaja ok... Ok...
- ven acompáñame... - Santana la agarró de su mano, ella se dejó llevar.- esta es la bodega eh... - la morena asintió, le señaló hacia donde estaba una de las ventanas.
- paso la mayoría de mi tiempo aquí...- se sentaron sobre unos pequeños sofás individuales.
- me estoy dando cuenta de eso... - habló al ver los libros apilados.
- esta todo bien, Brittany? - preguntó, la ojizul se movió incomoda.
- mmm... La verdad, es que no... - respondió comenzando a jugar con sus dedos.
- puedes contarme, si es necesario para ti, claro esta... -
- no... Eh... Debo irme - se levantó de golpe, Santana frunció el ceño, pero no dijo nada, para no incomodar, solo repitió la misma acción.
- ok... - se limitó a decir.
Bajaron y se encontraron con Puck, quien atendía a unos chicos.
- bueno... Nos veremos mañana en el instituto, entonces... - Santana sostuvo la puerta mientras ella salía.
- claro que si Britt... - respondió, apoyándose en el marco.
- eh... Bien... Bien - giró sobre sus talones y comenzó a alejarse, pensó en devolverse... Y hacer, lo que pretendía, pero no quería que Santana la rechazara, con paso firme y sin mirar atrás, camino a casa.