Hola amor:
¿Sabes? Hoy es 27 de Agosto del 2016, ha pasado mucho tiempo desde que hablamos por última vez, para ser exacta, un año y medio; quinientos cincuenta y dos días; treinta y tres mil sesenta horas; un millón novecientos ochenta y tres mil seiscientos minutos y contando...
No recuerdo con exactitud lo que dijimos, de hecho, no dijimos mucho, lo que sí recuerdo es el como me sentía, hasta el como me veía, ya sabes... Por todo lo ocurrido. Mis manos sudaban, mi cuerpo temblaba, mis ojos sollozaban, el corazón me palpitaba, casi se me salia del pecho. Mi piel era pálida, no sé si por no dormir, o por no comer, quizás por eso me he desmallado en la habitación del hospital. Han tenido que llevarme cargando hasta el auto ya para volver a casa.
Todo sucedió tan rápido, que apenas si puedo saborear lo amargo de mi soledad.
Ahora mismo estoy sintiéndome igual, pero las cosas han cambiado, pues ya no tengo diecisiete años, ni tú tampoco, ¿Recuerdas? A esa edad nos dijimos "hola" por primera vez, no vayas a pensar que me torturo para escribir, aunque pensándolo bien, tal vez así sea, ya que en este momento me encuentro leyendo tus cartas, esas cartas de amor, unas que escribiste ya hace algunos años, espero que no olvides la fachada del cuaderno de notas, ese de color verde, sí, verde, aunque ambos sabemos que tu color favorito es el morado; con resorte negro y páginas rayadas, cada palabra que leo es un golpe de melancolía en el pecho, golpes de dolor y desesperación por todas las cosas que no alcancé a realizar contigo, por cada sueño inconcluso.
Me duele... Me duele mucho el releer tantos recuerdos en tan poquitas páginas, cuántas cosas que te dije e hice, cuántos motivos ocultos para alejarte de mí.
Apenas es la una con once minutos y treinta y nueve segundos, el reloj avanza lento para los olvidados.
Esto que a continuación vas a leer es tal vez, la introducción o el prólogo de mi próximo libro, dicen que si le rompes el corazón a un escritor, te vuelves su mejor historia de amor, y ésta, ésta es nuestra historia de amor narrada a través de mis recuerdos, redactada por mis torpes dedos. Los dedos que alguna vez te tocaron y acariciaron. Se me dificulta recordar la suavidad de tu piel, pero si recuerdo su aroma, vaya que era el mejor aroma que he olido jamás, ojalá hubiese un perfume con tu esencia.
Ya sé que no soy escritora ni tu un gran lector, pero ambos hacemos lo que podemos para sobrevivir, yo escribo cartas para ti y tú las ignoras, yo lloro por ti y tú le sonríes a ella. Como dije, cada uno hace lo que debe, o lo que puede.
Nuestra historia no es como cualquier historia, de hecho no es como en las películas, no es como el diario de una pasión, la casa del lago, pd. Te amo, ni ninguna cursilería como esa, lo nuestro fue tan real como lo es la noche y mi insomnio, nuestra historia aún no tiene final, tampoco le hemos puesto comas, ni puntos suspensivos. Nuestra historia es de esas historias de amor imposible, y tal vez quién algún día la lea se entienda, se vea en nuestro reflejo y haga algo mejor para sanar su corazón. Supongo que ya lo imaginarás, el mío sigue roto y no porque quiera, sino porque una parte de él se fue contigo en aquel avión, y la otra parte se marchitó.
Si en el camino de la historia te sientes agredido, no leas más ya que aquí asesinaré mi lado moral y narraré también muestra intimidad, nuestra perversión, pero sobre todo nuestro amor. Espero no herrar en las fechas, o en los diálogos, es la primera vez que me emociono por narrar una historia, tal vez le ponga cosas al final, algo que me hubiese gustado que pasara, tal vez no. Aún no lo sé. Lo que sí sé es que necesitaba sacar todo esto de mi sistema porque sino lo hago ahora, en unos años cuando vuelva a conocer el amor, seré incapaz de entregar mi todo, pues todo lo seguirás tendiendo tú."Tú siempre serás el amor de mi vida, aunque tenga otro amor y otra vida."
Siempre tuya... Sara VL.
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Nivel de insomnio:
AcakTal vez no me conozcas, ni yo a ti. Posiblemente nunca en nuestras cortas vidas nos encontremos y si llegara a suceder, te aseguro que pasaríamos de largo, nuestras miradas no se encontrarían y si se encuentran no se reconocerían, nuestras voces no...