Capítulo 3.

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Cerró los ojos mientras su mamá le daba los últimos retoques a su maquillaje, había momentos en los que ella parecía ser quien iba a ir a la fiesta porque era quien más emocionada estaba porque Tae estaría saliendo con un chico, diciendo que era su primera "cita", aunque muchas veces Tae le dijo que no era una cita, que sólo era el baile de novatos que organizaba el instituto para los de primer año, ni siquiera eso logró que su mamá dejase la idea que era su primera cita, lo que le causó un día problemático en el que recorrieron tiendas de ropa buscando el vestido perfecto, ese Tae lo sintió todo un caos porque su madre quería comprarle un vestido demasiado revelador, no iba a negar que era bonito pero con sus pechos inexistentes no había forma de llenarlos y fue algo que le costó entender a la señora Lee.

El vestido que Tae escogió para esa noche fue uno sencillo de color melocotón en un tono pastel, el vestido no era muy escotado ni llamativo, tenía mangas cortas de encaje y le llegaba sobre la rodilla, la señora Lee no estaba muy feliz con aquel vestido pero no sería ella quien lo usaría y al parecer de Tae era el correcto si no le exigía llenarlo con lo que no tenía, lo demás fue ver a su mamá ayudándole a prepararse para la fiesta desde el peinado maquillaje, lo único que le faltó fue que ella misma le vistiera. Cuando el timbre de la casa sonó la señora Lee fue a abrir la puerta no sin antes haberse acercado a la ventana y dejándole a Tae el aviso de que era su cita, estuvo por corregirle una vez más y decirle que no era una cita, que sólo iban juntos al baile del instituto pero eso era perder el tiempo, su mamá no iba a entender.

Se levantó de la silla en la que se encontraba sentada mientras su mamá le maquillaba y se acercó al espejo, asegurándose de que se veía bien y nada revelaba su verdadero ser, incluso la coleta baja peinada hacia un lado le hacía lucir como una chica, todo él lucía como una chica que se esforzó para su primera cita, luego de unos minutos escuchó a su mamá llamarle y bajó para encontrarse con Min Ho luciendo un traje negro con una flor blanca dentro de su bolsillo y una camisa blanca, le sonrió como saludo y le avisó a su mamá que ya se iría, Min Ho ni siquiera había entrado a su casa y no sabía si fue que su mamá no lo invitó a pasar o él no quiso hacerlo, tampoco fue como que le hubiese tenido que esperar mucho tiempo.

—Hola —Min Ho le saludó cuando al fin estuvo junto a él con una sonrisa bastante amplia y extendió su mano hacia Tae como si el chico que se entorpecía cuando estaba cerca hubiese tomado vacaciones.

—Hola —respondió.

Sintió su rostro arder, un poco nerviosa Tae pasó su flequillo detrás de su oreja pero éste volvió a caer hacia delante, como si se rehusara a moverse luego de que su mamá se tomara bastante tiempo peinándole. Tae tomó la mano de Min Ho dejándose guiar pero se detuvo cuando vio el auto en el que irían, un poco nerviosa se volvió hacia el otro chico.

—¿Tú conducirás? —inquirió con una sonrisa un tanto forzada, si antes estaba nerviosa ahora lo estaba más ya que recordaba cuán nervioso siempre estaba Min Ho al estar cerca de ella.

—Sí.

—Pero tú...

—Tengo permiso de conducir.

—No lo dudo, pero... no quiero tener un accidente —Tae susurró sus palabras no quería herir al chico pero si lo había visto entorpecer junto al estar cerca de ella, temía de verdad que pudieran tener un accidente.

—Confía en mí.

Min Ho le abrió la puerta del auto agradeciendo en ese momento que su mamá le hubiese dado un té para los nervios antes de salir de casa cuando le comentó como siempre estaba nervioso alrededor de Tae, quizás los nervios de ella estaban fundamentados si hasta olvidaba como articular correctamente las palabras, pero no era tan malo, él podía relacionarse bien con las personas sólo era ella quien lograba que se entorpeciera pero por el bien de los dos estaba manteniéndose lo suficiente tranquilo como para que pudiesen llegar al baile a salvo y llevarla de regreso a casa de la misma manera, porque él no quería que nadie los fuera a dejar y recoger en el baile, no si era una de las pocas oportunidades que tendría para estar a solas con Tae, además de que su papá le estuviese prestando su auto.

Sólo eres tú (BL) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora