4: El comienzo de un viaje

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Me desperté, me había quedado dormida en la sillita y ahora me dolia la espalda.

Fuí hasta la cocina tratando de no chocarme con nada mientras intentaba aliviar el dolor que sentía. Tomé unas manzanas de la despenza y una Zanahoria para Ambar.

-Buenos Días- escuché detrás mio, me sobresalté, pues había creido que era la unica que estaba despierta.

-Buenos Días a usted también señor Balin- dije mientras le sonreía.

-Oh no me digas señor querida, me haces sentir más viejo de lo que estoy- dijo el señor Balin.

Reí ante ese comentario.

-Que le parece si desayunamos Se…Balin- me corregí rapidamente.

Entre los dos estuvimos preparando los desayunos que, a medida que los demás se levantaban, hacían desaparecer y reaparecer en sus estomagos tan rápido que te preguntabas si realmente comieron.

Después de un rato salimos, debían de ser las nueve de la mañana y debiamos partir a la Posada del Dragon Verde en Delagua, donde Gandalf y los enanos habían dejado los caballos (los Ponys en el caso de los enanos) y allí esperariamos un rato a que Bilbo apareciera, si es que se había decidido a ir

Empezaron las típicas apuestas, muy pocos apostamos apostamos a que el Hobbit vendría, aunque diez minutos después de la hora acordada empezé a sentirme algo insegura sobre si lo haría o no.

Cuando ya todos habíamos empezado a andar, Bilbo llegó corriendo mientras agitaba el contrato en su mano izquierda, saltó al camino y le extendió el contrato a Balin, respirando agitadamente por la carrera.

-parece que todo está en orden- dijo el enano revisando el contrato con una especie de monoculo extraño -bienvenido señor Bolsón, a la compañía de Thorin Escudo de Roble- enrolló el contrato y se lo devolvió.

-Denle un Pony- dijo Thorin seco.

-No, no, no, no, no va a ser necesario- dijo Bilbo. Sonreí divertida, pues recordaba perfectamente que el Hobbit era alergico -Gracias, puedo mantener el paso, siempre camino mucho en los días de fiesta, saben? Hasta llegué una vez a los…- no escuché más, el enano rubio y el que supuse era su hermano lo había levantado y puesto en un pony.

Reí divertida al ver a Bilbo sobre su pony sin saber que hacer.

-Vamos Nori paga!!- le gritó uno de los enanos a otro con peinado en forma de estrella.

Este se volteó y le lanzó una bolsita llena de monedas. En seguida el aire se llenó de las bolsitas que eran lanzadas de un enano a otro.

-Y eso por qué fué?- preguntó Bilbo.

-Ah, que ellos apostaron- respondió Gandalf -a si tu ibas a venir o no, la mayoría apostó a que no vendrías.

-Y tu que creías?

-Bueno…- atrapó una de las bolsitas en el aire -Mi querido amigo, nunca dudé de ti ni un instante.

Bilbo me miró, pero antes de que abriera la boca Dwalin se giró y me lanzó una igual, la cual yo atrapé sin ningún problema. Sonreí con suficiencia y la guardé en el bolsito que cargaba.

Bilbo estornudó.

-Ay! Pelo de caballo- dijo revisando sus bolsillos -tengo alergia- continuó buscando en sus bolsillos -ay no, alto, alto, Esperen!- dijo mientras todos lo miraban interrogantes y yo me esforzaba por no caerme del caballo debido a la risa - Alto! Tengo que regresar.

-Ahora que está pasando?- preguntó Gandalf sin entender el motivo. Hubiera contestado de no ser porque estaba riendo a carcajadas.

-Olvidé mi pañuelo.

Guardianes [Fanfic Del Hobbit] |Cancelada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora