Dime.

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Milk

Era difícil. Mucho estar cerca de el era como cortar una fruta con un cuchillo afilado. Incluso respirar era difícil. Jamás pensé que volvería a sentir de nuevo. Amar de nuevo. Solo deseaba disfrutarlo hasta que durara. Trunks quería mantener nuestro romance en secreto. Pero el no lo hacia facil. Era impetuoso como un joven y apasionado como un hombre. Callado como un hombre, curioso como un joven. Sabio como un hombre y gracioso como un joven. Era los dos. Silencioso, pensativo. Viendo el dolor de la ruina de un futuro incierto. Lleno de cicatrices y heridas, perdidas. Su corazón ya hacia junto con el de su madre. Mirando horas y horas el cielo en las noches. Acostado en el tejado de capsula corp. Bulma lo miraba preocupada. Negaba con la cabeza.

—Mi hijo...— susurro suspirando aguantando el llanto. Yo solo la tomaba por el hombro.

Me aleje volando hacia el tejado. Pero cada vez que me veía su rostro sombrío cambiaba. Ya no era la de un hombre perdido en su sufrimiento, si no la de un hombre sumergido en amor. Yo sonreía bajando la mirada como una adolescente. Viendo como esperaba a que su madre se alejara de la ventana para besarme como un huracán desesperado. Temblé y gemi... tratando de calmar mis nervios ante la batalla que se aproximaba. Recordando como me buscaba en las noches en la oscuridad. Metiéndose debajo de mis sabanas haciendo conmigo lo que se le antojaba. Susurrándome al oído que era suya aun que fuera en la mentira que los dos cargábamos.

Cuando entrenábamos era peor. Acorralándome con su cuerpo cuando caía al suelo. Muy calladamente buscando mi calor. Dejando huellas en mi piel. Mirándome con la mirada de su padre. Penetrante y hostil. Quien diría que terminaría por enamorarme del hijo de mi mejor amiga. De un chico que se hizo hombre en días, semanas y meses. Y a su lado yo volvía hacer joven de nuevo pero dentro de mi.

Pensé que Vegeta era un demonio seductor hijo de su mama pero Trunks le daba la batalla. Se pegaba a mi cuando estaba a solas en la cocina. Pasando su mano por mi cuello consiente de lo que provocaba. Y yo idiota que siempre caía en sus redes. Luego sonreía en son de burla, acorralándome en los pasillos en la oscuridad. Diciéndome que me amaba y que me necesitada desde hace mucho. Y mientras me besaba y se apoderaba de mi cordura y mi cuerpo, metía mis manos en su cabello largo.

Hasta que un día Goku nos vio:

No se como demonios paso. Apareciendo de la nada en el techo de la casa de Bulma.

Pense que estallaría como siempre lo hacia, pero se quedo helado y perplejo cuando Trunks soltó mis labios. Por otro lado el hijo de Vegeta lo miro tajante poniéndome detrás de el para protegerme de mi mismo esposo pero ya Goku no era mi marido. Solo se quedaban en silencio mirándose fijo. Hasta que me acerque al oído de Trunks.

—Déjame a solas con el— le pedí pero el no se movió.

— No le haré daño Trunks... te puedes retirar por favor — le dijo Goku con voz seria con ese cabello rubio.

Dudándolo de mala gana lo hizo. Dejándome a solas con Goku.

—Ya vas a empezar... — dije soltando un suspiro.

—De hecho no... — dijo Goku dejándome impresionada sentándose como si nada — Soy un sayayin Milk... desde que llegaron al pasado pude oler que Trunks estaba enamorado de ti. Tengo que admitir que me puse muy celoso pero con el pasar de los días me di cuenta que tu no perteneces a mi mundo. Eres mi esposa pero...no lo eres al mismo tiempo.

Negué sonriendo sentándome a su lado para mirar las estrellas.

—Lo siento si lastime tus sentimientos —me disculpe con el corazón.

— No importa yo lo he hecho miles de veces y no dejaste de amarme —dijo subiendo sus hombros—. Trunks es un buen hombre el te protegerá.

Me rei junto con el llanto. Mirando las luces de la hermosa ciudad. Goku sonrió tiernamente pasando su mano por mi hombro para abrazarme.

— Eres muy dura contigo — me dijo besando mi frente.

— Bien me conoces —comente.

— Yo te amo Milk... no importa en que mundos o vidas siempre te amare solo a ti— me aseguro con tranquilidad.

— Pues si me amas no me hagas tanto sufrir... cambia el destino— le sugerí un como molesta.

—Trátate. Terminare con Cell... te lo prometo —dijo seguro apretando sus puños. Con la mirada perdida a la lejanía.

Trunks.

Caminaba de un lado para otro sin saber que demonios pasaba en ese techo. Si Milk volvía con Goku yo me moriría. Aun que el estaba casado era su esposo aun que estuviéramos en el pasado. Cuando mi madre me vio en la sala curvo una sonrisa. Creo que ya todos lo sabían menos Son Goku. Nosotros mismo nos delatamos con miradas cargadas de fuego. Era difícil disimular el deseo que me quemaba por dentro y el amor que le tenia. Caminando hacia la habitación de Milk. Apareciendo en pocos minutos con las mejillas rojas. Llena del olor a roció de su llanto. Me acerque con rapidez para tomarla de la cara y besar sus mejillas. Serrando mis ojos para buscar el calor de su hermoso rostro translucido. Orando a Kamisama que no me dejara. Pero ella se limito a sonreír tocando mi cabello como siempre lo salia hacer. Trenzándolo un poco en una esquina.

—Todo esta bien ahora — dijo haciéndome calmar.

— ¿El lo sabia? —asegure.

— Si, lo olio desde que te vio — explico riendo un poco por lo bajo.

— Es un guerrero después de todo —murmure algo apenado.

Pero ella rió... con esa sonrisa bella de ella. Invitándome a besarla como jamás lo había hecho. Cargándola aun en mis brazos.

— Dime que me amas— suplique cuando deje de besarla.

— Te amo...— contesto cristalinamente. Dándome permiso a meterme debajo de su ropa para tomar no solamente su piel si no su alma. Desesperado, de un solo bocado y atento a cada gesto, beso, toque gemido y beso. Excitado y extasiado de ella. 

BUENO MIS AMORES ESTE FANFIC SE ESTA ACABANDO NO SERA MUY LARGO PERO GRACIAS POR APOYAR EL MILK Y TRUNKS YO AMO ESTA HISTORIA Y DISCULPEN QUE ME TARDE TANTO UN BESHO BIEN GRANDE LOS AMO. 

El ultimo guerreroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora