sesenta y tres

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Y le cante, le cante en alto, como en mis notas de voz que le mandaba de  "traviesa", como si me estuviera escuchando, como si me estuviera viendo con una sonrisa, con lagrimas en los ojos, con la voz cortada, me quede esperando a que me dijera "que bella, mi niña" pero nunca lo escuche y de la nada unos brazos me arrastran a su lado eran torpes, pero consiguieron reconfortarme.

Estes donde estes - G.o.straussDonde viven las historias. Descúbrelo ahora