Una cita con confesiones

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Al abrir los ojos Naruto estaba en un sitio que si bien sentía era familiar en verdad él lo desconocía. Noto que no tenía control sobre su cuerpo y veía un montón de gente que ni conocía su cuerpo se movió hasta ver a una mujer muy hermosa pero que al mismo tiempo le era familiar.


"Asura"


La voz de la mujer, que le sonreía de una manera tierna y amorosa, lo llamo con un nombre que él conocía, el nombre de su ancestro y de su vida pasada, el hombre que el sabio de los seis caminos eligió como su sucesor. En verdad no pensó demasiado la situación estaba maravillado con la mujer en frente suyo, esos cabellos plateados y esos hermosos ojos azules, estaría loco de pensar y/o creer que esta mujer en frente de él no lo había maravillado. Pero de repente detrás de ella ¡aprecio una sombra de la misma esencia y maldad que vio emerger del pergamino! ¡Veía como esta se llevaba a la mujer mientras ella suplicaba por ayuda! ¡Trataba de acercarse pero por algún motivo no se podía mover y veía como ambos desparecían en la oscuridad! ¡El dolor que sentía era inmenso y no pudo contenerlo!


-HARUKAAAA!!!-se oyó un grito en el lugar que fue tan fuerte que despertaría a los muertos. Naruto estaba empapado de sudor y respiraba agitado, ese sueño lo había dejado anonadado de lo raro que fue. No solo era el hecho de que él era Asura en el sueño sino más era la incógnita de saber ¿cómo sabia el nombre de una mujer que en su vida había visto? Se trato de levantar de su cama pero había olvidado un pequeño detalle.


PUM


Eh?- tristemente no reacciono a tiempo tras ver que las columnas de regalos que no había quitado se le venían encima.-AAAAAAAAAAAH!!!- el grito de Naruto solo fue opacado por el ruido que producía esa avalancha de cajas. Luego de que el último regalo al fin cayó al suelo, Naruto emergió del mar de cajas como si de un zombie se tratase.


-Ay ay ay ay, solo a mí se me puede olvidar algo como esto.- Naruto maldijo su mala memoria tras casi morir de una manera realmente estúpida. Miro su reloj y se dio cuenta que eran solo las 7 AM.- ¿Solo son las 7? Viejo.- El joven se quejaba de lo temprano que sonaba su alarma.-¡¿Por qué mierda puse la alarma a las 7 en mi día libre?! Solo un idiota pondri- En ese instante recordó la razón del origen de su "estúpido acto".-La cita con Sakura-chaaan!!!


.......Había olvidado la cita con la chica de sus sueños, en verdad no podía ser más idiota.


-Ropa!! Baño!! Desayuno!!- Naruto estaba angustiado, aun faltaban tres horas para la cita pero los nervios lo mataban y era de esperarse, era su primera cita y además era con Sakura, era un verdadero milagro que no hubiera perdido la razón.- ¡Debo hacer que esta cita sea la mejor!- dijo decidido, no iba a desaprovechar la oportunidad que Dios le había otorgado y en verdad no la iba a desperdiciar.


Y si creyeron que Naruto era exagerado por prepararse 3 horas antes de la hora acordada pues no sé cómo poder catalogar a Sakura en este instante.


-Mmmmmmm-la joven se veía en el espejo poniéndose diferentes ropas- podría ser este pero es muy simple, este es muy llamativo y el de aquí el color no me gusta.- Sakura llevaba en el mismo problema casi una hora y su reloj marcaba las 7, es decir estuvo que despierta desde las 6.


La kunoichi estaba nerviosa, era su primera cita aunque no era con la persona que siempre creyó que lo haría hasta hace poco pero por algún motivo estaba feliz, además tenía una misión personal y dos razones para haber propuesto esta cita, su primera razón para todo esto era sacarle información al rubio de ¿por qué se había distanciado de esa manera de ella? Y también de paso confirmar sus sentimientos por él.


-No escaparas de mi Naruto, hoy me dirás todo.-Estaba decidida y una mujer decidida es de temer.


Hablar de los preparativos que ambos se tomaron en esas casi 3 horas sería lo mismo que escribir un testamento, hojas y hojas de detalles que si bien pueden ser graciosos en realidad no son relevantes ya que a fin de cuentas lo que importa en verdad era una cosa, la cita.

Amor que trasciende el tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora