¿Mis experiencias raras?

Tu mente es tu propio miedo.

Sinceramente me estuve pensando yo misma si el decirles las siguientes dos avicdotas que verán este día, en verdad esto es muy raro, yo misma me estoy dando cosa :v 

¿Están listos? Vamos.

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"Tu mente es tu propio miedo".

¡Por fin saldríamos de casa! Ya estaba tan aburrida de estar encerrada en casa. Lo mejor de todo es que estaría con mis primos. Íbamos a salir todos al rancho de mis abuelos.

—¡Pido ir atrás!— dije subiéndome a la parte de atrás de la camioneta. Mi primo se subió, luego mi hermano y mis otras dos primas. En el camino íbamos tonteando todos, todo era tan genial.

Al llegar al rancho le enseñe a mi prima los venados que había, también los caballos. Luego de eso regresamos a la parte de atrás de la casa de mis abuelos para comer una carne asada. Debido a que no había luz en esa parte nos quedamos a obscuras en la noche, literalmente todo se veía muy negro.

— Hey, iré a buscar mi celular a la otra casa ¿Vienes? — le dije a mi prima caminando a lo cual ella me siguió. Como dije antes todo era muy obscuro pero se alcanzaba a ver algo. 

— Oye Gaby ¿Aquí han pasado cosas extrañas o no se? — me pregunto mi Prima. Ella es mayor que yo pero es muy temerosa. 

— ¿En serio hay fantasmas aquí Gaby? — me pregunto mi otra prima de 10 años... espera... ¡¿Cómo llego aquí?! Va, ella es una ninja.

— Eso no existe pequeña... o bueno yo quisiera creer eso — pensé en mi mente lo ultimo. 

Llegamos a la casa en donde se encontraba mi celular, tenía toda la pila cargada. Encendí la linterna y salimos de la casa. Me sentía muy observada así que dirigí mi vista al monte, me le quede viendo un largo rato a ese lugar a lo cual mis dos primas se dieron cuenta.

— ¿Soy yo o hay alguien allí? — dijo mi prima pequeña. 

Al parecer no era la única que veía a esa persona. Yo insistía en mi mente de que solo era mi imaginación pero me estaba empezando a poner nerviosa.

— Pero... Gaby... eso no es un señor... normal — dijo mi prima. Como dije antes, es muy temerosa así que se puso muy nerviosa.

— Recuerden que aquí hay coyotes, puede ser eso... vayámonos ya — dije empezando a caminar regresando con los demás.

Ya por fin era momento de irnos. Nosotros nuevamente nos fuimos en la parte de atrás de la camioneta. Me seguía sintiendo observada pero me valió y seguí escuchando música.

(...)

Ya a la mitad de camino a la ciudad, todos iban dormidos menos yo. Estaba mirando las estrellas pero decidí bajar la mirada. Me espante demasiado por lo que vi a continuación.

Pude ver a la figura de la historia conocida Slenderman parada en un faro de luz. Cerré los ojos durante un largo tiempo, los abrí y para mi suerte ya no estaba.

No les voy a mentir, me asuste demasiado, pero mi mente solo decía "Fue una alucinación". Yo siempre he dicho que esas historias son simplemente ficticias, que no existen. Pero con estas cosas que me han pasado me llego a cuestionar aveces.

Siempre he dicho que tu propia mente es tu pesadilla por las malas jugadas que te puede hacer. Pero bueno, esto es la vida real.

¿Qué opinan ustedes? ¿Creen que el psicólogo me cobrara mucho? Okey no :v Nos vemos en la siguiente avicdota ¡Shippers Everywhere!