Capitulo 6: "Sacando conclusiones con malas vibraciones"

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*{Narra Donnie}*

Desde que el Sensei nos explicó, la terrible situación que tenía mi hermano mayor; me arrepentía todavía más lo que hice, y estoy seguro que Raph también.

Y después de dejar a Mickey en su cama, me dirigí a mi laboratorio; empecé a mirar las imágenes celébrales que tenía de Leo. Que nunca podía ver, porque antes de dar un vistazo el Sensei me echaba y el mismo se los llevaba para estudiar en su habitación. Y ahora cuando me los dio, podía ver que su cerebro era demasiado delicado, y es demasiado; guardaba muchos secretos, además que tenía más inteligencia de lo que parecía, podría tener más que yo, pero solo un poquito.

Lo que era bueno, era que no estaba roto, o mínimo algo infectado por el color rojo; el rojo significaba dolor, y eso sólo aparecía cuando te lo rompen. Después de clasificar cada fotografía del cerebro, intente conseguir la ubicación de mi hermano.

Palabra cable: intente

Estaba de lo más deprimido, si no tenía atención médica al instante, podría tener varias consecuencias; consecuencias producidas por nuestras dolorosas palabras. Entonces fui sacado de mis pensamientos, cuando la tortuga que empezó todo entró en mi laboratorio; le mire con odio, si no fuera por él,
Leo nunca hubiera huido y nunca le hubiéramos perdido.

-¿Qué quieres?-, le pregunté con pocos ánimos.
-Decía que deberíamos ir y ver si encontramos a Leo por los edificios-, me explico. Entonces mi mirada de odio desapareció, ahora sabía que estaba preocupado y algo destrozado; sentía algo de pena por el, se sentía culpable, además que fue su culpa, no debería sentirse tan deprimido.

-Claro. Antes que vayamos, tendremos más posibilidades-, dije intentando subirle los ánimos. Cogí mi T-phone y coloque mi Bō en su estuche, y fui saliendo de la guarida con mi hermano tras mía.

Una vez arriba, empezamos a buscar con la vista, y al no encontrar nada, iba a comentar de separarnos. Pero algo nos hizo ponernos en posiciones de ataque. Al ver el Clan del pie, delante nuestra, pero no parecían con ganas de luchar y no venían con ganas de luchar.

-Tortugas, no venimos a luchar. Venimos a pedirlos nuestra ayuda-, nos explicaba Garra de tigre.
-¿Qué creía que nos da la gana ayudarles?-, les pregunto de manera amenazante apuntándoles con su sai.
-Por favor, mínimo mirad esto-, nos pidió Karai, mientras se acercaba y me entregaba un sobre. Yo guarde mi Bō y fui abriendo el sobre, pero fue interrumpido por mi hermano.
-Donnie podría ser una trampa-
-Tu las dicho, podría-, le respondí, y saque una imagen del sobre. Abrí enormemente los ojos, era una imagen de un cerebro, de manera en que enseñaba qué mayoría era de un color rojo.
-¿De quién es este cerebro? Esta terriblemente dañado, y debe necesitar atención médica al instante-, les dije. Ellos se miraron entre sí, y me volvieron a mirar.
-Por desgracias estamos obligados a no decir su nombre, ni enseñar quien es. Pero necesitamos que hagas algo para que el dolor disminuye, y no tenemos mucho tiempo-, me explico Karai. Parecía tan preocupada, está seguro que esta persona le importaba, y estaba pidiendo ayuda hasta su enemigo para que le ayude; significa mucho y me temo que no podré dejarlo de lado, y tendré que ayudarlos, ignorando lo que vaya a decir Raph.
-Lo haré. Pero necesito un laboratorio más avanzado que el mío-, al pronunciar esas palabras, note como Raph estaba de lo más confundido, enfadado, pero lo que me sorprendió era algo de alegría, por saber que ayudaría hasta el enemigo si era demasiado grabe. Karai soltó un suspiro de alivio, y sonrío.
-Se donde hay uno. Y te prometo que hoy no intentaríamos herirlos o capturarlos-, nos prometió.

Me llevaron al antiguo laboratorio de Stockman, donde estaba todo lo que necesitaba, ya que el recolectó materiales del Krang. Logré hacer un disminuidor rápidamente, y mientras que note que estaban distraídos, hice una fotocopia al cerebro; ya completado y hecho, se lo entregue a Karai, ya que ella era la más cuidados y tenía dedos humanos, en vez de resbaladiza como Exever, o huesudos com Rathar, o peludas como Garra de tigre.

-No sé buena diciendo gracias, pero temeré es una. Muchas gracias Donnie, y espero que tengas suerte en lo estabas haciendo antes de encontrarnos-, me dijo para luego desaparecer, con la fotografía del cerebro.

Raph, que había estado apoyado contra la pared y mirando atentamente a los del pie, se acercó a mí. Yo mire la fotocopia, y mote que se me hacía familiar; el noto como miraba al cerebro y pregunto:

-¿Qué pasa con el cerebro?-
-Se me hace familiar. Vayamos a la guarida, necesito verlo mejor en mi laboratorio-

Y con esa petición volvimos a la guarida, directamente me fui a mi ordenador, y deje la fotocopia encima de algunos papeles. Estuve horas, pensando y intentando descifrar porque se me hacía tan familiar; y ya rendido me levante y cuando iba a pagar mi lámpara de escritorio, note como brillaba encima de la fotocopia, y parecía encajar perfectamente con los papeles que había debajo. Quite la hoja y note que los papeles son las imágenes del cerebro delicado de Leo; cogí un de ellos, y lo coloque debajo de la fotocopia, después apunte con la luz a las hojas. Abrí enormemente los ojos, eran exactamente igual y como un reflejo grite:

-¡RAPH! ¡SENSEI!-

Al instante aparecieron tras la puerta, de lo más alterados y me miraron.

-¿Qué pasa hijo mío?-, me pregunto mi Sensei.
-Ya se porque se me hacía tan familiar el cerebro. Primero no lo entendía, pero luego de decidir levantarme y apagar la lámpara...-, empecé a explicar, pero alguien me interrumpió.
-Vete al grano, Donnie-, me corto mi hermano en rojo.

-Es el cerebro de Leo-

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