Parte 2

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Ike se fue a la cocina y se encontró con Samus, Marth, Zelda, Snake y Peach. El mercenario sonrió al ver a todos sus amigos y se sentó a comer con ellos, estaban hablando sobre todo lo que pasaba en aquella enorme mansión, y sobre las futuras o antiguas peleas que habían tenido cada uno de ellos. Samus no le quitaba la vista de encima al mercenario pues lo miraba con cierto recelo, Ike se dio cuenta de esto y arquea una ceja – Samus, ¿qué pasa? ¿Tengo comida en la cara o qué? – Bromeo el mercenario – No, nada – dijo casi de inmediato, lo miraba fijo como tratando de buscar algo en él, pues notaba algo diferente, como si le faltara algo...

– ¿Entonces qué? Desde hace ratos que no me quitas la vista de encima. Entiendo que sea hermoso pero si me sigues mirando se va a desgastar toda mi hermosura. – volvió a bromear y puso un tono bastante arrogante, le encantaba bromear con ella así.

– ¿Quién te crees? ¿Marth acaso? – respondió casi de inmediato, sin duda los que se encontraban cerca se comenzaron a reír a puras carcajadas. Al único que no le causo gracia fue claro, al príncipe Marth que solo los miraba con cierta molestia – eso no me causo gracia – dijo forzando la voz el príncipe, matando con la mirada a todos los que se habían reído – ¡Jajajá! ¡Vamos Marth!, no fue para tanto, ¡fue una simple broma! – trato de reprimir el enojo del príncipe –... – no dijo nada y solo ladeo la cabeza y siguió tomando su café.

– Ya basta de rodeos... – dijo Samus interrumpiendo el desayuno de Ike, la voltea a ver esperando respuesta de ella. – dime Ike... – ¿Mhm? – Se pone en pie arrastrando la silla por todo el piso y golpeando la mesa con la palma de sus manos e alzando la voz – ¡¿Dónde está tú capa?! ¡Nunca sales sin esa cosa! – Ike abre sus ojos como si fueran platos al escuchar lo que dice y solo baja la mirada con una sonrisa en su rostro – ¿Enserio eso era lo que tanto te inquietaba? – Responde poniéndose en pie con suma tranquilidad – La tiene Link – dijo como si nada, todos los que estaban alrededor voltearon a ver a Ike, haciendo que el mercenario ahora se pusiera incomodo – ¿Se la diste a Link? – S-si... ¿tiene algo de malo? – Respondió cortado – ¿Por qué se la diste a Link? – esta vez fue Zelda la que hablo – Bueno pues, tuvo un problema en la lavandería y no tenía con que dormir, fui a despertarlo como todos los días y estaba pálido, e incluso temblando, así que le di mi capa para que durmiera mejor aunque sea un poco hoy – explico el cobalto, pues miraba a todos lados como si trataba de ocultar algo, pero no era así, solo que la vista de todos puesta en él le incomodaba y no sabía qué hacer o qué decir – eso sería que al fin lo hiciste con Link, ¿verdad? – dijo Snake con sarcasmo, haciendo que el peli azul solo se sonrojara y comenzara a toser – ¡No! – respondió al instante con cierta alteración en su voz.

– ¿Entonces eso sería que lo vas hacer con él? – ¡¿Qué?! Claro que... – ¿Entonces estás esperando hasta que sea de noche para hacerlo? – ¡Para nada! Es solo que yo... – ¿Quiere decir que estas tratando de poner caliente a Link para aprovecharte de él? – ¡No! Jamás me aprovecharía de él - ¿Entonces tú...? – ¡Ya basta! – Las preguntas de todos confundían al pobre del mercenario y que comenzara a desesperarse – ¡Me voy de aquí! – grito completamente alterado el pobre saliendo de la cocina sin decir nada más. Cuando se ha ido, todos los que comenzaron a acosar a Ike con tantas preguntas se comenzaron a reír a puras carcajadas, unos hasta comenzar a llorar de la risa.

Mientras tanto nuestro querido mercenario estaba que se arrancaba el pelo de la cólera, sin contar lo avergonzado que estaba, pues estaba muy sonrojado ante todo eso, algunas de las tantas preguntas que le hicieron dieron en el blanco, pues era verdad que quería hacerlo con el joven héroe – Tengo que borrar todo eso de mi mente – se dijo así mismo, así que se fue al gimnasio para entrenar...

La capa de Ike.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora