La capa de Ike.

Parte 5

ADVERTENCIA CONTENIDO +18 ASÍ QUE NO SEAN MENSOS Y NO LEAN ESTO FRENTE A SUS FAMILIARES. (?) 

ADVERTENCIA N° 2 CREO QUE NO DIJE ESTO AL INICIO DE LA HISTORIA PERO SI NO LES GUSTA EL YAOI (chicoxchico- salchicha con salchicha) NO LEÁIS Y NO SEAN ZORRAS. (?) En cambio a los que disfrutáis de esto pues... ENJOY! :D 

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Una vez dentro de la habitación, Ike cierra la puerta con llave y solo veía al chico de los pies a la cabeza, violándole con la mirada. – ¿I-Ike...? ¿Q-qué tienes? – preguntó entre cortado el héroe, pues el rostro del mercenario había cambiado, ya no era calmado y sereno ahora sudaba lujuria. Ike se acerca al pequeño y lo abraza, pasando sus dedos por toda la espalda del Hylian, haciendo que este se sonrojara se retorciera ante la sensación – Link... Ya no puedo más – dijo entre murmureos en la oreja del Hylian. Fue tanta la necesidad que mordió el lóbulo de la oreja puntiaguda del rubio, haciendo que este emitiera un grito agudo de sus labios, Ike tragándose cada uno de ellos – Di que no si quieres que pare... – el rubio ahogaba cada uno de aquellos sonidos tan extraños que salían de su boca, pero él también deseaba esto, quizá no tanto como Ike, pero lo deseaba así que con la vergüenza a mil y un rojo extremo en su rostro finalmente pudo articular palabra – No... no pares... sigue... – el mercenario al escuchar esas palabras de autorización sonríe con malicia y se apega más al pequeño, metiendo una de sus piernas entre las de él, frotando su rodilla entre la entrepierna de Link, provocando muchos más sonidos vergonzosos de la boca de Link, Ike mete una de sus manos por debajo de la ropa y comienza a tocar toda su desnuda piel, sintiendo el calor de su espala, sus hombres, el pecho. Devora su cuello a base de besos y caricias, el rubio se inclina hacia atrás por la sensación se sujeta del cuello de Ike, fue tanto la sensación tan grata y placentera que estaba disfrutando el más pequeño que hace fuerza con sus manos para sostenerse del cuello de Ike solo para levantar una pierna y enrollarla en la cintura del mercenario, pues mientras hacía eso se frotaba más contra Ike y eso hacía que quisiera sentirlo más, el cobalto al sentir la desesperación de Link lo levanta y ahora el rubio podía enrollar ambas piernas en la cintura del de ojos azul intensos, se ven por un momento, para luego besarse, sus lenguas se encontraron jugando una con la otra, ambos ya estaban desesperados, más que todo Ike que ansiaba tanto este momento.

Sin más preámbulos, Ike se lo lleva a la cama y lo coloca en esta, Link jadeaba con fuerza, el mercenario despoja de sus ropas dejando al pequeño rubio completamente desnudo su cuerpo le gritaba a voces a Ike que se apoderara de él, Link estaba en una pose que a Ike le parecía jodidamente sexy, estaba jadeando, un sonrojo adornaba aquellas mejillas que antes eran pálidas y su cuerpo brillaba – I-Ike... – dice entre jadeos. Al verlo de esa forma tan vulnerable, tan dócil, joder, su excitación aumentaba al máximo y los botones de su pantalón eran los que sufrían en ese momento – Oh, Link... deja de provocarme así... – sonrió el mercenario con lascivia, se quita su camisa dejando ver un magnífico cuerpo bien tonificado su miembro finalmente es libre al retirar su molesto pantalón a la vez que su ropa interior, se posiciona encima de él y en cuestión de segundos se devora al héroe.

Atacó su cuello sin piedad dejando una que otra marca en aquella piel, disfrutaba de esa piel tan suave, Link se aferraba del cuerpo de Ike con desesperación, una mano traviesa se fue a la entrepierna del rubio comenzando a masajear los muslos de este y así hasta tocar su miembro, Link se retorcía debajo del cuerpo de Ike aquella sensación en su sexo y lo bien que se sentía le abrumaba, gemía el nombre del cobalto a los 4 vientos como si quisiera dejar sordo al mercenario pero en cambio este solo se daba gusto al escucharlo –Ah... ah... Nhn... I-Ike!! Ah... – lo estaba enloqueciendo. Ike tomó el miembro del rubio entre sus manos y comenzó a masturbarlo, se recostó al lado de él besando su cuello pasando por su clavícula y nuevamente subiendo hasta llegar a su oreja creando algunas... distracciones.