Locos "Gerard Way"

* Mi amiga Elena *

Narra Emily:
Desperté por culpa de uno de los enfermeros que entro a mi habitación
–Emily es hora de despertar -dijo y me queje
–Ya voy -dije algo dormida y me levante
–Sal Elena está esperándote afuera, dice que quiere que le pintes un poco- dicho eso me puse mi bata blanca y salí.

Elena es la única amiga que tengo desde que llegué aquí, me contó que su hija la dejo aquí por la misma razón que la mía, hablar sola. Ella no recuerda casi nada de su familia a la única que recuerda es a su hija, Elena tiene 56 años de edad la dejaron aquí cuando cumplió los cuarenta.

Su hija es una mala persona al dejarla aquí el día de su cumpleaños, el mejor regalo que una hija le puede dar a su madre, A Elena le gusta que le pinte retratos de árboles y en ocaciones de su hija para no olvidarla.

Llegue al patio trasero del lugar y ahí estaba Elena sentada en una banca fui hasta donde ella estaba y me senté junto a ella
–Hola Elena
–Hola linda -dijo y me abrazo- Oye volviste a soñar con ese muchacho?
–Elena no es solo un muchacho, es un ángel -dije y sonreí.

Siempre tenía sueños en los que un chico con cabello color negro me salva de dos personas que no logró conocer muy bien sus caras pero lo que sí logró percibir es que son un hombre y una mujer, siempre le cuento a Elena los sueños que tengo con el, yo le digo que es un ángel, aunque el no sea real siento que me está cuidando siempre.
–Bueno y qué quieres que te pinte el día de hoy? -dije sonriendo
–Esta vez pinta a él muchacho de que siempre me cuentas -la mire- bueno a tu ángel.

En realidad ya tenía demasiados retratos de él, siempre pinto cuando sueño con el.
–Quisiera pintar otra cosa, ya tengo muchos retratos de él
–Es cierto, tu habitación está llena de retratos de él hasta en el techo -dijo y nos empezamos a reír.

Le pedí las cosas para pintar a uno de los enfermeros y me las trajo, Elena me dijo que pintara otro retrato de su hija y ella sentadas en un banco viendo un río y eso es lo que hice. Termine de hacer el retrato espere a que secara, se lo di a Elena y lo miro.
–Es muy lindo, tienes mucho talento hija -dijo sonriendo -solo falta que alguien lo reconozca -dijo y mire hacia bajo, Elena lo noto y tomo mi mentón.
–Ya veras que muy pronto saldremos de aquí cariño -dijo sonriendo, sus palabras me animaban y mucho
–Señora Elena -dijo alguien detrás de nosotras, Elena volteo
–¿Si?
–Alguien vino a visitarla...