Closer (Myungyeol)

Volviendo

Mi cuerpo se despertaba de un largo letargo, como si mis músculos hubieran estado quietos por años. Los parpados me pesaban y mi cabeza funcionaba más lenta aunque mi cuerpo. No lo entendía, aquí no podía dormir, al menos no como en el mundo humano ¿porque me sentía como si hubiera dormido por horas?

Sentí algo frio tocar mi frente y un escozor puramente placentero me recorrió el cuerpo, era Myungsoo quien me tocaba, no había dudas. Su piel dura y fría, casi áspera me lo confirmaba. Sentí como recorría mi rostro con sus dedos de manera increíblemente delicada, como si yo fuera a romperme. Allí recordé que hasta donde yo sabía, me encontraba con él, llorando. Y aun mantenía la apariencia de Sunggyu.

Pero ahora todo lo que sentía era algo duro y liso bajo de mí, no se sentía como el suelo del bosque.

-¿Cuándo crees que despertara?-pregunto Myungsoo, su voz se notaba nerviosa.

-No estoy segura, aun no entiendo cómo pudo desmayarse, este tipo de cosas no suceden aquí. A menos que...-esa era Seunghee, escuche sus pasos alrededor mio, y casi podia imaginarla dando vueltas con una mano en su barbilla.

-¿Pero despertara?-Binnie la interrumpió, mi niña, no me agradaba oírla triste.

-pues...-

-lo hará, no te preocupes. ¿Seunghee porque no llevas a Binnie a pasear por algún lado? Estar aquí solo la pone más nerviosa.-dijo Myungsoo apartando su mano de mí, la sensación se fue y quise gritarle que no dejara de tocarme pero mi cuerpo seguía sin obedecerme.

-de acuerdo, ven YuBin, han llegado nuevos habitantes y quizás quieras conocerlos.

-pero... ¿y Yeolli?- la escuche quejarse

-el estará bien, tu hermano lo cuidara. Ven, ya verás que cuando regresemos Sungyeol estará despierto y de malas como de costumbre. -Escuche sus pasos alejarse, de lejos aún podía notar como la niña seguía quejándose.

Myung volvió a acercarse a mí pero esta vez se recostó a mi lado, pasando una pierna sobre las mias. Y apoyando suavemente su peso sobre mí, mientras volvió a acariciar mi frente. Me sentí completo, feliz, en cuanto poso sus labios sobre mi mejilla y comenzó a dejar pequeños e inocentes besos en mi rostro.

-Aunque no puedas oírme o responderme ¿estaría mal si te beso ahora?- pregunto más para sí mismo.

Me sonreí por dentro, él se cuestionaba sobre si besarme o no y yo por dentro moría porque lo hiciese de una vez. Sentí como poco a poco las piernas despertaban, odia sentir los músculos poniéndose en funcionamiento.

-sabes...creo que Sunggyu te lo ha dicho, pero cuando yo aún no tenía las suficientes fuerzas para materializarme aquí...pues, solía estar así, rodeándote hacia donde fueras. Solo que no era como tocarte, era más como si una barrera nos separase, casi invisible, pero allí estaba. Por eso no podías sentirme, pero era tan mágico e increíble ser como tu sombra, estar tan cerca de ti. Aunque no se compara con esto.-dijo acercándose suavemente a mis labios por un pequeño instante. Aun sin verlo sentí que el sonreía al observarme, seguramente se le marcarían sus hoyuelos, desesperadamente hice el esfuerzo por abrir mis ojos, pero pesaban tanto.

-tengo la impresión de que me escuchas-dijo en mi oído, provocándome un dulce cosquilleo.- si es así, entonces puedo decirte todo lo que quiera sin que me esquives u intentes negarlo. Podría incluso aprovecharme de ti, y estoy seguro de que eso no te molestaría. -lo escuche reír y por dentro yo también lo hice. Myungsoo era definitivamente un acosador-pero....te quiero demasiado como para aprovecharme realmente. Así que solo hare esto.

Sentí su peso recargarse sobre mi cuerpo, la frialdad que su piel emanaba choco contra mí. Y su gélido aliento rozaba mis labios. Se acercó más, tanto que de estar en pleno uso de mi cuerpo ya lo hubiera tomado de la cintura para aprisionarlo contra mí. Sus piernas se amoldaron a las mías, podía moverlas un poco y también habían comenzado a despertar mis extremidades superiores, pero ahora quería ver, quería saber hasta donde era capaz de llegar Myungsoo. ¿Realmente no se aprovecharía de mí? Una parte de mí, más importante de lo que pensé, deseaba que lo hiciera, quería que me tomara y me hiciera suyo, que me amara. Sacudí mentalmente mi cabeza por esa última idea, ¿desde cuándo yo había vuelto a creer en el amor?