Recuerdos de la infancia (Castiel x Sucrette(

Capítulo 6.:''Es hora de dar explicaciones ''

Capítulo 6

Es hora de dar explicaciones

-¿Nos...Nos han castigado?-pregunté asimilando lo ocurrido hace tan sólo unos segundos.

-No, nos han dado el graduado por adelantado por nuestro gran rendimiento, no te jode.....- Castiel lo más socarrón que pudo me contestó

Yo bufé cómo respuesta, entonces Nathanielle suspiró y terminó de aclararlo todo.

-Está bien os veré a la salida.....y Castiel no te creas que a mi me agrada esta sentencia, no me apetece nada aguantarte.-colocó su mano en la frente y dio media vuelta dejando al pelirrojo más cortado que la leche caducada.

Llegué a la clase y vi como mi amiga miraba babeando al rubio que estaba entrando por la puerta, entonces ahí fue como se me iluminó el pensamiento.
Me acerqué a ella y alcé una ceja, al verme supo de inmediato que la había liado.
Abrió mucho los ojos y luego se puso colorada junto a una gota de sudor frio que cayó en cuanto abrí la boca.

-¿No te dejé vigilando?-pregunté sentandomé de brazos cruzados en mi silla.

-¡AY, PERDÓN, PERDÓN!-comenzó a ejecutar pequeñas reverencias muy rápidas-lo olvidé ...es que ... Nath me saludo y.... Es tan guapo que .....-suspiró y se metió en su mundo pero la toqué el hombro para que siguiera hablando-....entonces me dijo gracias y me llamo por mi nombre y bueno se me fue el santo al cielo.

Suspiré y la gruñi, luego reí al ver su cara de cachorrito y la despeiné,me apoyé en mi mesa sacando sacando cosas de la mochila.

-Esta tarde cubreme el turno en la cafe ¿Vale?-pedí a Kumiko mientras miraba mi agenda

-¿Oh y eso? ¿Te encuentras mal?-preocupada y sorprendida a la vez me miró fijamente-¿Te pillaron con lo del móvil del Castiel? -

-Pues.....-justo cuando iba a responder entró el mentado siendo azuzado por eubio para que entrara.

Mi mirada se cruzó con la de él y un escalofrío recorrió mi espalda, sonrió picarón provocandome un enorme sonrojo, al recordar tan vivido momento, su aliento en mis labios, su embriagador aroma en mi pituitaria, sus ojos grises clavados en mi.....y su hermoso pelo rojo brillando al sol como un fénix emergiendo de.....Qué.... ESTOY.....¿PENSANDO?

Agité la cabeza para difuminar ese pensamiento creyendo que mi amiga estaría embelesada en don perfecto, pero.....
No fue así.

Me miraba fijamente, con una enorme, siniestra e inquietante sonrisa, mientras emitía un estridente sonido ascendente y se acercaba a mi cara cada vez más rápido.

-¡IIIH! ¿A ALGUIEN QUE YO ME SÉ LE HA TOCADO EL FLECHAZO DE CUPIDO?-Comenzó a reír y chillar,

-¿QUÉ? No, no, no.-negué rápidamente con la cabeza mientras hacía aspavientos con las manos-¡Baja el volumen te va a oír todo el mundo!

-¿Y quééé.....?-alargó mucho la palabra deleitandoso, me ponía nerviosa estaba demasiado cerca de mi cara- Qué más te da ¿No decías que no estabas enamorada?

-¡Y asi es! Yo no siento nada de nada por nadie-volví a mi ser serio de siempre, aunque yo esto no lo noté pero, al parecer estaba más roja que el gorro de Papá Noel tras que cocacola se hiciera con él.

-Entonces....No te molestará que haga.....-cogió aire y me miró riendo desafiante separándose de mi- A TSUKI LE GUSTA.....-

-No te atreverás-amenacé firmemente, respirando agitada preparándome para atacar.

-CAST.....-al ver que espeso a que todos la miraran para hablar, me enervé pero al escuchar medio nombre me lancé sobre ella tapandole la boca.

-¡Callate, callate, callate!-la retuve apretandola contra mi fuertemente-¡Está bien lo admito! Pero callate.

Todo el mundo nos miraba en silencio, justo al yo gritar se habían callado, maldije ese horrible momento en el qué alguien está diciendo algo obsbsceono, nadie le oye y justo lo haces tú y se repite con eco en la clase...

-Mierda...-farfullé aun sujetando a Kumiko.

-¿Qué decías que admitías niña del unicornio?-una inconfundible voz apareció por detrás risueña

-Que se nota demasiado que tu rojo es de bote -respondí justo unos instantes antes de que el profesor entrase y nos tocara sentarnos a sufrir.
¿Por qué? Sencillo.
TOCABA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA.

Me pasé toda el resto de la mañana evitando mirarle, y procurando que aquí mi amiga no se diera cuenta de mi dilema moral, sin embargo era demasiado difícil no fijarse ya que por primera vez, estaba atendiendo.

La temida hora llego y tras despedirme de Kumiko, la cual me deseó suerte tanto con el castigo cómo con el amor .....(hasta dibujo un corazón con las manos y todo), partí dirección a la sala de delegados.

Comencé a atravesar una marabunta de gente corriendo apelotonada en la dirección contraria a mi, miré el reloj de encima del marco de la puerta de una clase, iba justa de hora así que aceleré y aprovechando un espacio comencé a correr haciendo drifting entre la gente, hasta que llegué a la esquina y giré, donde al pasar, golpeé con el hombro a una chica que apareció de perento.

-¡Hey, a ver si miras por dónde vas idiota! -Me increpó gritando yo la ignoré, a penas la había visto, pero, por lo poco que logré vislumbrar me parecía una devorahombre pacotilla.

Seguí corriendo hasta bajar las escaleras, ya que mi última clase tuvo lugar en el primer piso, pasé cruzando los baños, y la entrada al sótano, luego dos clases más y llegué .

Me detuve unos pasos antes de la puerta, mi corazón latía a mil, no sólo por la abriera, sino también por los nervios de pasar una varón entera con la mirada fija del pelirojo en mi, oliendo su aroma, y recordándouna tras otra, ese momento tan efímero pero apasionante, y todo esto bajo la atenta mirada de Nathanielle .

¡Oh kami-sama! ¿Por qué me abandonaste?

Me situé frente a la imponente
puerta blanca, donde un cartel rezaba su nombre ''Sala de delegados'', inspiré profundamente y alargué la mano hacia el brillante picaporte dorado.

Aquí al fin, mis queridos fans....¡Llegó el capítulo 6! Un capítulo repleto de 'misterios''.
¿Quién es esa chica tan maleducada? !¿Qué ocurrirá en el castigo? ¿Le dará un ataque por tanta hiperventilación a Kumiko?
Muahaha logré escapar del secuestro de la vida

Pronto como recompensa os pondré un apartado sorpresa para vosotros.

Mi quiero