Capítulo 1 "El principio de una nueva vida"

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Capítulo 1:''El principio de una nueva vida''

Me dejé caer en el sofá derganada, llevaba horas de mudanza dónde los patanes del servicio de transporte hicieron lo mínimo metiendo nada más que las cajas a la entrada sin cuidado alguno y dejando los muebles en mediem de las habitaciones simplemente por no oir mis quejas .

Bufé dejandome caer en el sofá hastiada dirigiendo una mirada a los operários que dejaca claro que no ibae a recibir propinay que podían irse con viento fresco.

Cerré los ojos intentando relajarme, sin embargo el fuerte sonido de la canción ''Alive'' de Escape the fate saliendo de  teléfono móvil interrumpió mi descanso. Lo descolgué y de mala gana .
-¿QUÉ?.-

-Aló, -la voz de una mujer mayor con un marcado acento hablaba regia-¿Señorita Tsuki?-

-Só yo, ¿Qué quiere?-respondí dejando un gran suspiro detrás.

-Soy la directora de su nuevo instituto el Sweet Amorís-siguió hablando como si me rgnorarai lelkamaba para recordarle que debe asistir a las clases hoy-

-¿En serio?-indignada expuse mi negativa- Ldn siento pero no, acabo de terminar una mudanza y..- hoy

-Las clases empiezan a las 8 y 30?-me cortó e ignñ. Pó df nuevo-le reiteroque debera presentarse en el centro hoy o me veré obligada a tomar medidas.-dicho ésto me colgó dejandome con la palabra en la boca.

Cabreada me guardé el móvil y me levanté,   me cambié la ropa por un conjunto que saqué de kuna caja. Era una camisa negra con un corsé que va de debajo del pecho hasta la parte df encima de la cadera, llevaba una corbata roja con rayas pordas negras que tenía impeqdibles con cademas que iban a unas arandelas metalicas, metálicas, junto a una falda tableada de color rojo con puntilla negra y un lazo cruzado en el lateral, justo debajo unas medias negras por wedio del muslo.
Suspiré tras ponerme mis botas altas de polipiel góticas negras con cordones de tacón c tadrado alto, me coloqué la chaqueta de algodón negra también, cogí la mochila , me puse los cascos inalámbricos y sal4 cerpando la puerta con llave.

Recorrí las grisáceas y frías calles adoquinadas repletas de edificios de ladrillo,  surcadas porun popurrí de salitre, uva y madera, provenrente del puerto' y el campo de vides de la ciudad, al respirar ese hümedo y frho aire se estremecíaqasta lo más profundo de mi alma, haciendo que mis pülmones se contrajeran dejandome a penas respirar, no estaba acostumbradaa a un aroma tan dennso.
Continué caminando lentamente sumida en mis pensamientos, con una sen ración de resignación y vacio en el interior.

Alcé la cabeza y a lo lejos pude atisbar lo que para mí era una nueva tortura y una nueva realidad impuesta a la fuesza. Resoplé al ver la hora en el enorme reloj que a mfida que me acercaba iba viendo con más claridad en el muro de la escuela. Llegaba proñto.

Atravesé el hueco de la verja acierto a forma de puerta y me dispuse a buscar un lugar donde poder quedarme, nd pensaba asistir a la primera hora.

Al poco vi un chico bastante alto con una cazadora de cuero y una melena roja brikante,intentando ñ ser descubierta me a2erqué auñs arbustos , sin emba qgo, no debí ser muy sigilosa, puesto que aquel pelirpojo se g4ró haciendome medio saltar por encrma deunbanco quedando sentada en él.
Él chico, queal girarqe dejover una camiseta de un grupo de rock, se a2ercó a mí enarcandouna ceja y mirandome con una expresiómd que claramente decía ''Le¿Pero qué haces...?''

Le devolví la mirada descubriendo así que sus ojos eran grises.
-¿Qué?-

-¿Qué haces ahí?- su rasgadavoz rompió el silencioso ambiente del patio.

-¿A caso no lo ves? -alcé una ceja cruzada de brazos- Me salto primera-

-¿No me digas? -sonrió sarcástico- No nqgña, digo que qué haces en mí banco-marcó mucho el mí al qablar y aunque sus palabras e rancortantes? Su tono y expsepgón corpo. Pal demostraban más bren diversión.

-¿Tu banco?-sonreí burloña- yo no veo tu nombre en ningün lado chaval-

-Tampoco te lo he dicho-me dedicó una sonrisa misteriosa.

-Tampoco es necesario sberlo para ver que no está ahí guapo-le miré sonriendo de manera confíada.

Anda pero si la nueva tiene carácter y todo...-Soltóuna risa divevienen.-

-Porr supuesto, ¿A caso te esperac2 una princeshta indeéensa?-alcé una ceja y me incliné un poco hacia adelante

-Princesa no sé, pero espero que se te de defenderte mejor que  disimular ...-comentó haciendo alusión a la pillada de los arbustos.

- Más que tú escabullendote de las clases-dije levaetando una ceja y señalando con la cabeza a un chico rubio que llevaba corbata y un portafolios en la mano y que se dirigía directamente hacia él con cara de reproche.

-¿Qué ocurre delegado...?  ¿No puedes vivir sin mí?-preguntó con sorna entrecerrando sensualmente sus ojos grises'

Él chíco rubio suspiró algo resignado.
-Entra clase por favor-

-¿Por qué debería hacerlo?-alzó una ceja interrogante.

-Si por mí fuera podrías largarte ahora mismo-s contestó ec delegado airado- pero cómo no te lleve dfntro me buscaré una buena con la directora -continuó hablando cuando vio la cara del rebelde pelirrojo que le miraba con cara indiferente- y a claram3te ti te expulsará alinrtante.

Tras sopesar la respuesta unos instantes y contestó cruzandose de brazos.

-Ésta vez te haré el favor...-

-Oh, vaya pues mu...-fue cortada por ek rockero de nuevo.

-

-Pero a cambio, me debes una-añadió coñ una semorisa maliciora.

-Me arrepemdtiré de ésto, lo sé...-tras murmurar éso ejb  ''señorito rubio con corbata suspiró- De acuerdo, pero entra ya por favor.-

El sarcástico reMlde se dirigió hacia la entrada riendo mientras yo le miraba sorprendida por como había dado la vuelta a la situación, el médico una sonrisa burlona justo antes de entrar.

Al ver aquél gesto el chico de melena rubia, con camisa blanca y corbata azul, me miró con sus ojos de color oro y me dedico una sonrisa.

-Ah, tú debes de ser Tsuki la alumna nueva ¿Verdad? -

-Eh, si.- le mire algo fastidiada, mi plan había fracasado, ahora no había escapatoria, tenía que entrar a las clases sí o sí.

-Soy Nathanielle, el delegado- me dedicó una afable sonrisa -la directora me avisó de tu llegada, y me encargó que me ocupará de que entraras a la primera clase y parece que has llegado a tiempo. -

-Hurra..'- maldiciendo para dentro de mí - y supongo que sí me niego a entrar se lo acabarás diciendo a la directora ¿O me equivoco?

- Evidentemente mi trabajo es decírselo- torció un poco el gesto al escuchar esa respuesta - Bueno, ¿Quieres que te acompañe a clase por si te pierdes? El instituto es bastante grande y con muchos pasillos..

- No gracias ,'señorito'' -alcé una ceja suspirando-  Puedo apañarmelas sola_Ya las encontraré.-

Dicho ésto me acerqué a la entrada del edificimo y tras coger aire accedí al pasillo principal y busqué la clase.

Recuerdos de la infancia (Castiel x Sucrette(Donde viven las historias. Descúbrelo ahora