No me gusta cumplir años porque siento que me voy haciendo vieja. Mis amigas siempre me dicen que no me entienden porque ellas están deseando cumplir los dieciocho para «hacer lo que les dé la gana». Pero, bueno, aún tienen que esperar un par de añitos más.
Mañana es mi cumple y no sé cómo voy a celebrar mis dieciséis años.
Bueno, mientras lo pienso, os voy a presentar a mis amigas: Ángela, Daniela y Miriam.
Ángela es mi mejor amiga, la conozco desde hace cuatro años y nunca me ha fallado, siempre fue como una hermana de distinta sangre para mí, a la que no cambiaría por nadie. Es guapa, rubia y con los ojos marrones.
Dani es casi como mi mejor amiga. La conozco desde hace dos años. Me ha ayudado siempre y me divierto muchísimo con ella. Somos las dos muy aventureras: algún día nos gustaría dar la vuelta al mundo juntas. Es morena y con los ojos verdes. Es bastante insegura, pero una cosa sí tiene clara: le gustaría hacer que Liam Perry se enamore de ella.
Bueno, ya solo me queda Miriam. A ella la conozco desde hace poco, pero cuando la conocí la odié al momento. Os preguntaréis por qué, ¿no? Al principio nos tenía mucha manía a Dani y a mí por gustarnos One Ilusion. Con el tiempo, hemos ido dejando las diferencias a un lado y nos hemos ido cayendo mucho mejor. De vez en cuando, se mete con nuestros niños por picarnos y luego nosotras nos metemos con Katy Perry para devolvérsela porque es su ídolo. Ella también es rubia, pero no tan guapa como Ángela, y tiene los ojos color miel.
—¡Anda! Se me ha ocurrido una idea.
Salí de mi habitación dando un portazo, para variar, siempre me echaban la bronca mis padres por eso, y me dirigí a la de mi «hermano» Pablo. Lo digo así porque en realidad no es mi hermano, sino mi primo por parte de madre. Sus padres, o sea, mis tíos, murieron cuando él tenía nueve años en un accidente de tráfico y, desde esa época, lleva viviendo con nosotros. Por eso, es uno más de la familia Rodríguez y me he acostumbrado a llamarlo hermano, ya que yo no tengo biológicos. Pablo es mayor que yo tres años, está a punto de cumplir los diecinueve.
Entré en la habitación sin llamar a la puerta.
—Pablo, porfa, necesito tu ayuda.
—Para empezar, Giselle, entraste sin llamar a la puerta y sabes que me da muchísima rabia; y, segundo, estoy haciendo deberes y no puedo ayudarte —me dijo muy serio.
Me tiré en su cama de un salto y se rio.
—No te hagas el duro conmigo, malo, que eres el único al que puedo acudir para esto. A ver, atiéndeme.
Le expliqué todo lo que tenía que hacer con pelos y señales, y me prometió que al terminar sus cosas me haría ese gran favor. Lo abracé y salí de la habitación corriendo para mandarles un WhatsApp a mis amigas y darles la buena noticia.
Al día siguiente celebraba mi fiesta de cumple en la discoteca Estrellita de Madrugada gracias a Pablo. Hacía mucho tiempo que no celebraba mi cumpleaños, y mis padres me habían prometido que me dejarían ir a una discoteca, siempre y cuando fuera responsable.
Me contestaron a los pocos minutos y quedamos por la tarde para ir de compras.
En la hora de la comida, avisé a mis padres de que pasaría la tarde con mis amigas. Ellos aceptaron.
Habíamos quedado a las cinco y media de la tarde, así que, para no aburrirme, me puse a hacer los deberes que me habían mandado para el lunes.
Os voy a hablar un poco de mí.
Mi nombre es Giselle, como ya se vio por ahí. Me considero una chica corriente y soñadora. Estudio cuarto de la ESO. Tengo el pelo largo, castaño oscuro y los ojos azules. Normalmente, la gente no se cree que esté a punto de cumplir dieciséis años. Me gusta mucho bailar y pasar tiempo con mis amigos y familia, incluidos mis abuelos, que son muy importantes para mí.
Ahora, me voy a arreglar, que tienen que estar a punto de llegar.
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Vuelve, quédate aquí. © EN FÍSICO
RomanceEN FÍSICO 🐾👏 Ésta historia fue retirada, casi en su totalidad, de Wattpad, debido a su publicación en físico con Amazon. Tiene 93 capítulos, de los cuales a cada uno, es mejor y engancha más, así que, ¡animaros! Disponible en Kindle Unlimited, Ki...