Capítulo 14: Pasó por algo.

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—Giselle, eso iba por ti —me dijo Eleanor.

Se me quedó cara de interrogante y ella se empezó a reír.

—¿Por qué dices eso? —dije sorprendida.

—Yo hablo mucho con Zayn, somos muy amigos. Hace unos días me comentó que había tenido un flechazo y, como por arte de magia, unos días después apareciste aquí con nosotros.

—¿Y por qué no me dice nada? —dije—. Hasta que lo oiga de su boca, no me lo voy a creer.

—Tiene miedo, Giselle. Él, en el fondo de ese chico duro que se ve a simple vista, es un chico que, cuando se enamora, lo da todo, y contigo de momento está inseguro, ya que él se enamoró de ti sin conocerte de nada. No sabía nada de ti. Y, antes de decirte algo, quiere saber si lo que siente es real o no, porque no le gustaría hacerte daño. Digamos que quiere darse la posibilidad de conocerte antes.

Yo dejé escapar un suspiro.

—¿Y es real?

—Mira, a una de las chicas a las que más ha querido en su vida fue a Perrie, su exnovia, y, aun así, hay cosas que está haciendo por ti, haciendo una semana que te conoce, que jamás hizo por ella. Estuvieron juntos bastante tiempo, pero lo dejaron. No por nada malo, ninguno le hizo daño al otro. Simplemente, se acabó el amor y se fue cada uno por su lado, aunque siguen siendo muy amigos y se tienen mucho cariño.

Sonreí.

—¿Entonces?

—Te quiere. Lo que siente por ti es real, muy real. ¿No te lo ha demostrado trayéndote hasta aquí?

Yo me puse a llorar. Me levanté y la abracé.

—Muchísimas gracias por ayudarme de esta manera, Elo. No sabes el bien que me ha hecho esta conversación. ¡Te quiero mucho!

—Y yo a ti, Gise. Sabes que me tienes aquí para lo que necesites.

Me limpié las lágrimas y me empecé a reír.

—¿Quién me iba a decir a mí que se iba a enamorar de una fan? ¡Hay miles! —dije.

—¿Y quién me iba a decir a mí que Louis se fijaría en su maquilladora? La vida no tiene sentido, Giselle, pero, cuando pasa algo, pasa por algo.

Terminamos de hacer la comida charlando animadamente.

Al poco rato llegaron los chicos. Louis hizo tal cual me dijo Eleanor, cómo se notaba que lo conocía. Me guiñó un ojo sin que la viera nadie. Hazza venía todo despeinado.

—Harry, ¿qué viniste haciendo en el coche? —le dijo Eleanor.

—¿Por qué? —dijo Hazza.

—Estás todo despeinado —le dije riendo.

Él se fue al primer espejo que vio y se puso a colocarse sus rizos.

—El muy idiota venía con la cabeza asomada a la ventanilla y con el aire se le quedó así —dijo Niall riendo.

—Parecía un perrito, le faltaba la lengua fuera —dijo Zayn.

Miré para Zayn y me dieron ganas de ir a abrazarlo por todo lo que me acababa de contar Elo, pero preferí esperar. Cada cosa a su debido tiempo.


Esa tarde vi a One Ilusion ensayar. Un montón de gente pudo conocerlos en persona y sacarse fotos con ellos, gracias a todos los meet and greet que se habían sorteado en la radio. Estaban cumpliendo su sueño y me alegraba muchísimo. Veía a chicas llorando mucho al verlos y me daban ganas hasta a mí de llorar de la emoción.

A las seis, Paul nos llevó a Eleanor y a mí a casa para arreglarnos. Elo se puso una camiseta ceñida de color crema, unos pantalones de talle alto y unos taconazos preciosos de color blanco. Yo, por fin, iba a estrenar mi vestido gris de lentejuelas, que me había regalado mi madre hacía unos días. Me maquillé muy bien, tenía ganas de impresionar a Zayn. Nos terminamos de dar los últimos retoques, nos echamos colonia y salimos de casa. Llegamos al concierto del brazo de Paul sobre las siete. Las buenas ilusioners gritaban y hablaban entre ellas de los chicos. Estaban a muy poquito de verlos; quizá por primera vez o no para ellas, pero, fuera como fuera, estaba la pasarela roja rodeada de gente que quería verlos entrar.

Cuando nos vieron llegar, muchas de ellas se pusieron a saltar y a gritar el nombre de Eleanor. Ella les sonreía, parecía encantada.

—Son muy escandalosas a veces —me dijo riendo.

—Lo sé —me reí—. Por experiencia propia.

Se acercó a la barandilla y se sacó fotos con algunas fans que se lo pedían. Se me hacía raro que la quisieran tanto, siendo la novia de uno de sus ídolos, pero me sentí bien al acordarme de que yo tampoco la odié nunca. Me quedé hablando con Paul en una esquina. Había un montón de cámaras de televisión. No recordaba haber visto algo así en el concierto de Madrid o no me había fijado, que también podía ser.

Eleanor se acercó de nuevo a nosotros.

—¿Tardarán mucho en llegar? —dijo.

—No creo —dijo Paul—. A las siete y cuarto tienen que estar aquí, así que estarán llegando.

Dicho esto, se fue para dentro.

Había un montón de flashes de cámaras que me cegaban, pero pude aguantarlo bien. Eleanor me agarró del brazo para que me acercara a los fans, pero justo en ese momento una periodista nos paró y nos preguntó si podía hacer una pequeña entrevista.

—Oh, yes —dijo Eleanor con su perfecto acento inglés.

El cámara nos tomó varias fotos juntas. La periodista le preguntó qué pensaba de todas esas personas que estaban allí.

—Siempre pensé que aman a sus ídolos. Es algo muy bonito verlas emocionadas por poder verlos, aunque sea de lejos, y poder oírlos cantar en directo —dijo Eleanor.

—¿Y no te molesta que haya tantas chicas detrás de Louis? —le preguntó.

—Para nada. Soy su novia, no soy ni mejor ni peor que nadie. Simplemente, he sido y soy una chica con suerte por tenerle conmigo y, claro, lo voy a cuidar como a un tesoro.

Me encantaba oírla hablarasí, me ayudaba a estar más segura de mí misma. Ella contestaba abiertamente acosas sobre su relación y sobre los chicos. Se notaba que estaba muyacostumbrada a las cámaras. Yo, en cambio, estaba cagada porque, si mi padreveía estas imágenes en Antena 3, me iba a caer la bronca del siglo y se iba aenfadar mucho con mi madre. Intentaba esconderme de la cámara, pero ya eratarde, y la periodista aún la cagó más.

Vuelve, quédate aquí. © EN FÍSICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora