Los hijos de Fairy Tail

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Su cuerpo se volvió hierro haciendo que la pequeña lanza sólo atravesará un poco de este pero aún así fue una herida provocada por aquello que más usaba, por el elemento al cual le tenía confianza
-Valla aún tenías secretos pero no te servirán de nada- susurro con cinismo Ukio mientras Gale se movía para quitar los grilletes que lo habían mantenido inmóvil
-No me vencerás tan fácil- le dijo Gale con un pequeño toque de burla en su voz mientras transformaba su brazo en hierros y empezaba a lanzar sus ataques pero Ukio solamente rodeó sus manos por una energía azul e hizo que todos los ataques que le fueran lanzados sé transformarán en otras cosas
-No puedes vencerme, no con esa magia tan patética- Gale rechino los dientes al mismo tiempo que apretaba los puños, debía haber una forma de ganar y sin duda alguna sí la hay, Gale hizo que sus puños se hicieran de hierro y salto al combate Ukio creo un escudo del mismo elemento sin embargo Gale pudo derribarlo y trago aire
-¡Rugido del dragón de hierro!- Ukio quiso saltar pero recibió el ataque mandandolo a volar cayendo cinco metros alejado de Gale quien saltó y con las manos transformadas en espada lo iba a atacar pero el mago de Red Hole había creado dos espadas y se protegio a tiempo
-Te vencere y protegere a los míos- dijo Gale pero el del consejo simplemente lo observó después de llevarlo.
Ukio miro a su oponente pero no entendió porque peleaba el se había unido a un gremio oscuro y siempre lo supo, lo supo desde el día que se unió a ellos pero jamás lo entendió aquel día se había unido sólo porque le pareció interesante pero ahora ¿porque peleaba? no lo sabía incluso cambiaba los registros del consejo y escondía cualquier actividad del gremio el era el escudo de su gremio pero nunca supo ¿porque lo hacía? Suspiro y vio a Gale, aquel mago que quería derrotarlo y hacerlo puré
-Bueno niño ya es suficiente- dijo  se dio la vuelta mientras desaparecía las dos espadas y se metía las manos en las bolsas de su pantalón negro.
-¿Que haces?- pregunto confuso ante aquello siempre hubo algo en aquel mago que lo recordaba a él de joven
-Nada simplemente te diré algo si quieres vencer a Resem sólo tienes que matar a aquella que su corazón robo aquella que todo lo puede terminar, sólo tienen que matar a Dan Dreyar la maestra de Alma negra- Gale se puso pálido y vio a Ukio quien se despidió con la mano pero luego se detuvo
-Adiós mago dragón jamás nos volveremos a ver ya que la traición en Red Hole se paga con la muerte- dijo el muchacho después de que se fuera, Gale cayó al suelo y miro hacia el mago que tenía la mirada baja y los puños apretados emanaba un aura de ira completa pero se asustó más cuando la demonio llevaba a alguien en las manos.
Unas rocas se movieron mientras todo temblaba y una garra salió de la nada
-Mmmm ahora entiendo- la demonio lanzó a la rubia quien cayó cerca de sus llaves no se quejó ni se movió pero la demonio sabía que estaba viva
-Quieres tanto a los tuyos que incluso darías tu vida por ellos pero eso es inútil bueno te dejo Layla Dragneel en otra vida seremos buenas amigas- la demonio suspiro y empezó a caminar mientras buscaba con sus oídos los latidos acelerados y que desprendían miedo sonrió su alma ya estaba negra, acarició las llaves de Layla y luego las puso en las manos de su dueña
-Es hermoso verdad ¿Lucifer? Tener a Layla como ama después de todo traicione tu confianza hace muchos años yo era una maga de espíritus celestiales- la demonio vio su cuerpo, la cola y las garras eran el recuerdo de aquella traición suspiro y camino pero entonces sintió un resplandor detrás de su espalda
-Adiós Isel y tienes razón Layla-sama es bella de corazón- la demonio de actual nombre de Kuya se dio la vuelta justo a tiempo para ver como Lucifer desaparecía y sonría una ligera lágrima bajo de su rostro
-¿Quien lo diría aún tengo sentimientos humanos?- dijo mientras se marchaba lentamente sintiendo la magia que dejaba atrás de ahí desapareció y apareció ante las magas
-Bien suficiente tu te vas conmigo- señaló a una de las muchachas y la tomo por la fuerza al mismo tiempo que desaparecía.
Dan suspiro y por fin salió al  Domus Flao para quedarse piedra, Ken estaba en el suelo llorando a lado de un hombre que tenía una fea herida en el estómago, Simón estaba inconsciente a lado de Yuko no sabía si estaban vivos, Ice estaba a lado de Kayo ambos en el suelo,varios magos estaban inconscientes en el lado del gremio de Fairy Tail, había varios magos peleando en todos lados por último observó un detalle Gale esta en el suelo de rodillas mirandola a ella con un poco de miedo y de confusión.

-Ya tiene dos meses que no te veo ¿que haces aquí?- dijo un potente dragón a la joven albina
-Vine a pedir tu ayuda para hacer algo- el dragón de hielo se agachó a su altura para convertirse en humano
-En que te puedo ayudar a la joven maestra- anunció Cold Arben en cuanto se puso una de sus vestimentas que tenía arrojados en el suelo
-¿Puedes luchar?- el dragón sonrió de lado con cierto toque de burla
-¿Con quien crees que hablas mocosa?-
-Perdón pero tu conoces a Kuya una demonio- dijo Dan pero vio que el Arben se enojó
-Es una demonio de hace mil años esta muerta- la furia destellaba en su voz
-Lo sé y ella rencarno después de que una maga de espíritus estelares de nombre Isel quisiera asesinar a uno de sus espíritus de nombre Lucifer haciendo que sus recuerdos se mezclaran tengo un problema con ella y quería...-
-Lo haré después de todo a mi ya no me queda tiempo de vida así que cuida de mi hijo a pesar de su edad no sabe nada del mundo- la albina se asombró pero asintió mientras veía como Cold iba a su cueva "Lo siento Ken" pensaron al mismo tiempo.

Dan lo ignoro y camino hasta llegar donde Simón, no vio a sus hermanos pero atribuyó el hecho de que ellos estaban peleando contra algún demonio al llegar a su lado observó como aquel pelirrojo tenía la mirada pérdida y abatida
-Ayudala- dijo mientras la Dreyar se agachaba a su altura y le acariciaba los cabellos después vio como aquel mago que tanto amo en un pasado había perdido la cordura por completo y ahora incada frente a el y sujeta por la garra de la demonio estaba una joven de cabellos rubios y largos mientras lloraba tocando su vientre
-Simón no te preocupes, sólo dile a mi papá y a todos que siento no haber echo esto como debía pero ahora lo solucionare- Dan se puso de pie y apretó los puños mientras caminaba hacia Resem.