8- ¡Que viva la fiesta!

208 20 9
                                    

Después de aquél bonito momento, Cristian se fue medio corriendo a su próxima clase. ¿Pero que narices hacia? ¿Por qué hizo eso? ¿Por qué de repente le importa aunque sea un poco David?

Por parte del catalán, se puso feliz al saber que un amigo suyo se preocupaba al menos un poco por él.

Ambos chicos, obviamente le preguntaron a David el porqué de su tristeza, ya que él siempre estaba alegre. Él solo respondió que nada y a continuación se despidió de ellos y se dirigió hacia su clase con Cristian.

—Oye, ¿no notas que David y Cristian estos últimos días están raros? —dijo el ojiazul caminando hacia su taquilla junto al pelinegro.

—Sí, un poco raros están. Serán las hormonas.

(...)

Ultima hora de clases. Por fin iban a salir todos de aquél infierno llamado instituto, y por fin los cuatro amigos iban a ir a su primera fiesta juntos. Aunque no tuvieran muchas ganas, lo harían por Breixo. Se le veía tan ilusionado al chico...

Brei y Sergio iban hacia la clase de Cristian y David, ya que habían decidido prepararse juntos para aquella noche que, seguramente, no olvidarán.

—Oye Sergio, ahora que pienso, nunca me has dicho que te gustara alguna chica— Brei puso una cara pervertida mientras que le daba con el codo a su costilla izquierda. — ¿Alguna chica por ahí? —en aquel momento el ojiazul se separó unos centímetros de su amigo y comenzó a ponerse nervioso. ¿Y si le dice lo que de verdad siente? ¿Sería muy arriesgado?

Sergio se decantó por decirle un simple "Pues sí. Hay alguien", cosa que dejó más confundido a Brei.

¿Por qué es tan difícil decirle a tu mejor amigo que te gusta?

Una vez llegaron al aula de sus dos compañeros, ellos salieron riendo y... ¿llevándose bien? ¿Qué había pasado en esas horas juntos para que ahora se llevaran bien?

—Vaya vaya, ¿con que ahora os lleváis bien? ¿Ese abrazo de antes era una especie de reconciliación o algo así? —preguntó el pelinegro curioso ya que pocas veces se le ve a Cristian sonreír así.

—Solo le he contado un chiste. —dijo David parando y colocando los respectivos libros en su taquilla.

—Exacto. Él— señaló a David con el dedo índice.­­— me sigue cayendo como siempre. Y, aparte, ¿qué abrazo?

Después de eso Cristian se dirigió hacia la salida, mientras que dejaba extrañado al chico con el ceño frunizido y recordando lo que había pasado hacia solo unas horas. ¿Pero este chico es tonto qué? ¿Ese abrazo no a sido nada para él o qué?

Porque para David a significado mucho.

(...)

— ¡Quita eso de mi cuerpo! ¡No me gusta nada! —David se quejaba de Brei ya que le había puesto una camiseta demasiado horrible. — ¡Dios es espantosa!

— ¡Oye! ¡Que era de mi bisabuelo!

— ¡Pues tenía un gusto horrible! —Cristian y Sergio rieron ante la escena y Breixo los fusiló con la mirada.

—Jo, David, ¡mira que eres difícil para escoger la ropa! —ahora era Sergio el que hablaba mientras que rebuscaba entre su armario, intentando buscar algo decente.

Brei estaba mirando en la cajonera que tenía, pero no encontraba nada que le quedara bien para la fiesta. En cambio, Cristian estaba sentado con los brazos cruzados observando como sus tres amigos se desesperaban.

Mirando la habitación del enano, pudo divisar una camiseta parecida a la que él tenía, una blanca con una corbata negra de conjunto.

—Ey, enano —dijo Cristian llamando la atención del chico, haciendo que éste le mirara con mala gana.— ¿Y esa camisa? Así vamos a conjunto, como dos gemelas.

Cristian le guiñó el ojo a David a lo que éste rodó los ojos.

Brei fue directo a la camisa.

— ¡Claro! ¡La camisa! —la cogió y fue a abrazar al morocho — ¡Dios gracias Cristian!

Le tiró la camisa a David y a continuación se la probó. Le iba perfecta.

A continuación, los cuatro salieron de casa del rubio, rumbo a casa de Elena, hacia la mejor fiesta de sus vidas.

No nos prometamos nada eterno,
si se da una corta historia,
sintamos cada punto,
cada coma,
cada letra hasta el final.
Vivamos este amor bohemio
como lo hacen pocos,
así, como locos.

Siguiente cap...

La fiesta 7u7

¡Sed felices!

Dulce y salado (Zeuspan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora